Si no consigo verlas ahora, tendré que esperar 15 o 20 años a que vuelvan para desovar sus huevos. Las reconoceré gracias a los chips que les han implantado para controlar que estén a salvo de las redes de pesca y de las aguas contaminadas.
Esta iniciativa lleva ya ocho años llevándose a cabo, y está promovida por el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Fuerteventura y el Gobierno de Cabo Verde, donde se está concienciando a la población de no comerse a las tortugas bobas, algo muy común en su dieta.
¿Qué te parece que se implanten chips a estos ejemplares?
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