Un pasado por descubrir
Lucca nunca ha orinado en casa, ya sabía que debía hacer sus cosas en la calle, y se comportaba muy bien. Tras un tiempo en casa, superado el embarazo, el parto y la esterilización, empezó a mostrar sus miedos ladrando a la gente, escondiéndose cuando veía una escoba o un palo…
Link parecía cuidado cuando apareció y era muy sociable, pero paso los primeros dos meses en casa sin atreverse a dormir cuando estábamos con él, siempre alerta (sobre todo con hombres). Ahora hemos descubierto que es posible que tenga lesiones antiguas.
¿Habrán tenido un hogar antes? ¿Qué les habrán hecho pasar para tener tanto miedo?
Independientemente de su pasado, los 3 han tenido algunos problemas de salud y de comportamiento que nos han supuesto un coste económico importante y una inversión de tiempo aún mayor que, sin duda, ha merecido la pena. Da una alegría inmensa verlos superar los baches y mejorar cada día.
Pero no penséis que esto se debe a que son animales adoptados, a Eddie lo compraron mis padres hace ya muchos años y tuvimos que invertir dinero en un adiestrador y bastante más en cuidados veterinarios.
Esta Navidad, adopta con responsabilidad
Algunos de esos animales correrán el mismo destino que Lucca y Link y acabarán en la calle o en una protectora buscando un hogar porque su “familia” ha cambiado de opinión.
Por ello os pido que antes de tomar una decisión, analicéis la responsabilidad que supone adoptar a un animal, penséis si estáis dispuestos a asumirla y, si es así, por favor adoptar.
Las perreras y protectoras están llenas de animales buscando una segunda oportunidad que os agradecerán de por vida que se la hayáis dado. Si aun no lo habéis hecho, descubriréis lo maravilloso que es verles disfrutar felices con cosas tan sencillas como una caricia o un rato de juegos.
¡Feliz Navidad!