Algunos deberían aprender de los japoneses: nos tratan muy bien, somos su mejor compañía. Por eso han creado hasta balnearios para nosotros, y hacen yoga en compañía de sus perros, y es que nosotros también necesitamos relajarnos.
Pero quizás lo más curioso es que, como les gusta presumir de perro, los que no lo tienen lo alquilan. Pueden ir con correa o metidos en un carrito, como si fueran bebés. Por eso quiero viajar a Japón, porque sé que recibiría más mimos, aunque en realidad no puedo quejarme: sé que mi dueño me quiere muchísimo, aunque no me vista de rockero.
¿Qué te parecen las tendencias perrunas de Japón? ¿Llevas a tu perro a la moda? ¡Enséñanos sus fotos!
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