Sabemos que los perros son muy curiosos, les encanta explorar y cuando huelen algo que les llama la atención no dudan en conseguirlo aunque esté enterrado. Esto sucedió con Pandora, muy dispuesta siempre a desenterrar cosas, y cuando un olor le atrajo de forma obsesiva no paró de excavar hasta conseguir su preciado tesoro.
Cuál fue la sorpresa de Lucas, su propietario, cuando se acercó a averiguar qué demonios llevaba su perra en la boca y descubrió ni más ni menos que ¡una dentadura postiza!
Mira su cara. ¡Para morirse de risa!
Y es que Lucas y Pandora se mudaron hacía poco a una casa con jardín donde anteriormente vivían dos personas mayores. Lucas piensa que quizás renovaron sus dentaduras y las enterraron en el jardín. ¡Si llegan a imaginarse el cuadro!
¡Qué ocurrencia tuvo Pandora!
Una perra exploradora que nos ha sacado una buena carcajada.
Tu perro, ¿ha desenterrado alguna vez algún tesoro parecido a éste? ¡Cuéntanoslo!