Y digo que tiene suerte el perro, por la historia de Chato, porque el procedimiento habitual en el lugar en el que se encuentra es que, si en diez días no consigue adoptantes, le sacrifican. Pero tiene una docena de familias interesadas en que él se convierta en uno más. La protectora que se encargará de seleccionar a los afortunados es Alondra Dupont, que exigirá a quien se quede con Chato que pague su esterilización. Por su parte, al dueño que le abandonó se enfrentará a una multa que va desde los 2.000 hasta los 30.000 euros.
¡Mucha suerte para Chato! ¿Crees que se debería dedicar un espacio en los medios de comunicación para fomentar y anunciar los casos de adopción de animales abandonados?
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Modificado: