Estética Canina

La peluquería canina se está convirtiendo en una de esas referencias que los propietarios de mascotas seguimos. Es algo que puede resultar productivo para nuestros animales o para nosotros mismos, dado que muchas veces no sabemos o no podemos hacer todos los cuidados que nuestro amigo necesita.

Pero, ¿Cuando pasa de ser algo necesario a algo innecesario?

Dentro de la peluquería canina podemos observar multitud de servicios, desde el baño, el corte de uñas, revisión de oídos, etc. hasta tintes, decoraciones, cortes específicos, spa, etc.
Por tanto, necesario es todo aquello que nuestro amigo precise para su salud y su higiene, innecesario será todo lo que le hagamos como añadido, por estética o por el motivo que sea.

¿Por qué es bueno acudir al menos una vez al año (entre 1 y 4 al menos) a un peluquero canino con nuestra mascota?
- El peluquero conoce específicamente la raza de tu perro, sabe como tratarlo. Se ha especializado en los tipos de tratamiento por raza y sabe como debe bañarlo, secarlo, cortar el pelo para que sea sano y quede bien, y si debe revisar alguna cosa más atendiendo a las patologías típicas de la raza.

- Tiene el instrumental, las instalaciones y los productos adecuados para cada momento (cosas que podríamos adquirir nosotros pero que nos supondrían un enorme coste). Puede usar un tratamiento diferente en cada visita, previo estudio del estado en el que llega el animal y asesoramiento claro y conciso, en el que el propietario tendrá siempre la última palabra.

- El profesional por su parte no tiene "miedo" de hacer daño al animal porque está seguro de lo que hace, se ha formado para esto y conoce perfectamente los límites. Esto le lleva a dejar acabados impecables, y animales confiados que no temerán al baño y los arreglos debido a los sustos.

- Por último y no menos importante, las instalaciones hacen que no deje pelo en nuestras tuberías, el baño lleno de agua...

Por tanto, no es necesario que para la higiene habitual del perro acuda a una peluquería, y debemos tener en cuenta que la recomendación es que vaya como máximo una vez al mes, pero si es recomendable que una vez por estación llevemos a nuestro perro a un centro especializado siempre que no dispongamos de los conocimientos, instrumentos y productos necesarios.