La empatía es uno de los sentimientos más importantes que puedes poner en práctica con tu perro. Así como te afectan los días más cortos que dejan atrás las largas jornadas de sol del verano para dar una mayor presencia a días fríos y breves, tu perro también es sensible a estos cambios en el ambiente.
Y aunque la depresión estacional no suele derivar en una situación grave, el proceso de adaptación sí puede ser incómodo y molesto puesto que convivir con la apatía y la sensación de cansancio es una vivencia compleja. Por esta razón, cuando todavía no hemos estrenado el otoño, intenta tener en cuenta cuáles son las causas de depresión estacional en tu mascota para poder prevenir esta situación este año.
1. Soledad
Si durante el verano puedes volcarte por completo en tu mascota, sin embargo, la vuelta a la rutina supone para ti una nueva realidad, entonces, también estás condicionando a tu perro. Está claro que tú tienes que cumplir con tus compromisos profesionales, sin embargo, si las jornadas de trabajo son interminables, entonces, no tienes tiempo para jugar con tu perro y dedicarle tiempo. Si la soledad es la nota definitiva de tu perro durante esta estación, entonces, valora otras posibilidades.
2. Falta de actividad
En relación con el punto anterior, si el otoño se convierte en esa estación en la que la mascota pasa los días en casa pero prácticamente no tiene la oportunidad de salir a pasear por la calle y distraerse, entonces, esto también influye de forma directa en su estado de ánimo ya que para tu perro, la socialización de los paseos es vital. Programa rutas de paseo en otoño con tu mascota, y define los horarios.
3. Los cambios propios de este tiempo
Es decir, entre las condiciones que también pueden producir una mayor sensibilidad al cambio de estación se encuentran los factores climáticos y ambientales. Sin embargo, puedes compensar estos cambios con la terapia de luz, es decir, concreta horarios de paseo durante el día y no solo durante la noche.
Los cambios de tiempo afectan a las mascotas, por ejemplo, algunos perros asustadizos también temen a las tormentas. Tú no puedes luchar contra los cambios de tiempo, sin embargo, es recomendable que seas consciente de este punto para tener paciencia con tu mascota.
4. Entorno poco estimulante
Así como el ser humano recibe estímulos por parte del entorno que activan su mente, cuando un perro se mueve en un entorno previsible y rutinario, entonces, esta falta de estímulos también produce apatía porque la mascota se mueve cada día dentro de los márgenes de lo previsible. Los estímulos también son emocionales, es decir, la falta de cariño y de atención afectan de una forma negativa a la mascota. Los juegos también son estimulantes y terapéuticos para prevenir los efectos de la depresión estacional de otoño.
¿Qué otros factores crees que influyen en este contexto de salud?