"Abuela... si en una muerte repentina no sufres.. por qué no quieres una? entonces, qué es una buena muerte?"
"Porque yo quiero despedirme de mi familia"
"Pero entonces abuela.. cómo quieres morirte?, cómo se muere uno bien sin enterarse sin que sea de repente?"
"No lo sé Ana, yo lo pido y Dios dirá.."
Y por ser tan buena y tan creyente, Dios se lo dió. Un cáncer de páncreas sin síntomas hasta que llegó su dia, le dió un dolor y estuvo con paliativos 3 dias, sin dolor, con su cabeza bien, despidiéndose de todos. Una buena muerte.
"Ana, tienes que hacerte a la idea que algún dia Cocky se irá"
"Ya lo sé mamá, pero no sé cómo quiero que se muera, si que un dia me levante y se haya ido y no me despida o que tenga que dormirlo y se muera conmigo"
"Mejor que se vaya de noche"
"No sé mamá, me gustaría despedirme de él, pero dormirlo significaría que está malo, sufriendo y yo no quiero eso"
Hoy le ha tocado a Cocky, que todos sabeis que era el perro de mi abuela y mio, nuestro perro adorado. Muchos muchos años a sus espaldas.. un lujo haberlo tenido tanto tiempo como dice su veterinaria.
Y no he rezado a San José bendito, pero no ha hecho falta, mi abuela se lo ha llevado de la misma manera: un dolor y al hospital con morfina; un trombo en el estómago.
Pero se ha ido conmigo, mientras lo abrazaba y lo besaba, me dio tiempo a despedirme de él.
Abuela me lo dejaste durante 6 años, ahora te lo llevas contigo. Gracias por este tiempo prestado. Estoy convencida que estás orgullosa de nosotras; le dimos la mejor vida que se pudiera imaginar.
Cuídamelo que algún dia lejano estaremos los 3 juntos. Mientras tanto rezaré a San José Bendito.