El Ratonero, este perrito que no supera los 23 centímetros de altura, es un animalito muy activo y cariñoso, al que le gustan los mimos, la compañía y pasar tiempo en familia.
Es también muy frágil, ya que sus huesos se quiebran con facilidad. Por tanto, es bueno con todo el mundo pero hay que tener cuidado con los niños más pequeños, porque podrían hacerle daño sin querer.
También es un perro muy inteligente, y, para sorpresa de muchos, también muy activo. Es difícil cansar a un Ratonero de Praga, que se pasa el tiempo corriendo, jugando, saltando o ladrando.
La combinación de estos dos rasgos es la fuente de muchos problemas: personas con un Ratonero de Praga en casa descubren que además de ser pequeño y adorable, puede ser muy ruidoso, destructor, escapista, y si le sumas orinar en cualquier parte o despertarte por la noche… bueno, ¡a veces son pequeños demonios!
Pero ¿sabes por qué?
En realidad, ningún perro se porta mal porque sí. En casos como este, por ejemplo, un perro muy enérgico, y que además es muy listo, se aburre en seguida y necesita gastar energías de alguna manera. ¿Cómo lo hace? Bueno, cuando no se le ha enseñado debidamente, entonces lo hace como puede: destrozando cosas, ladrando, corriendo y escapando de casa son algunas de sus tácticas favoritas.
¡Pero no hay que preocuparse! Precisamente por lo listo que es, también es un perro muy fácil de enseñar. Educar al Ratonero de Praga es una delicia, y mientras tengas en mente las nociones básicas de adiestramiento canino, ¡todo irá sobre ruedas!
Marcos Mendoza
PD: ¿Quieres saber un poco más sobre cómo enseñarle bien a este perro? Te recomiendo echar un vistazo aquí.