A pesar de su aspecto fuerte y poderoso, el caballo sufre dolencias y afecciones que pueden resentir su salud.
Aunque existen diferentes terapias para ayudar a que el animal se sienta bien, lo ideal es llevar a cabo una medicina preventiva para evitar que se desarrollen enfermedades en su organismo.
Es esencial, por tanto que mantengas la vigilancia y los cuidados del caballo: la observación es el factor determinante para conocer si tu fiel amigo se encuentra en perfecto estado.
Existen dolencias que son muy fáciles de descubrir y de tratar por su carácter externo como es el caso de las heridas o roturas.
Sin embargo, existen otras de condición interna que son más difíciles de averiguar. No obstante, los cólicos son patologías que por su fuerte dolor son fáciles de diagnosticar.
Si estás relacionado con el mundo equino habrás escuchado hablar de esta enfermedad que se presenta como la principal causa de muerte entre estas mascotas.
¿Qué es y por qué se produce el cólico equino?
Sonia Fernández Vázquez, Veterinaria de caballos del Centro Veterinario Itálica, nos describe el cólico equino como "un dolor agudo que tiene el caballo debido a un problema en el aparato digestivo".
La anatomía del caballo es, sin duda, una de las características principales por las que sufre este grave problema. Al poseer un aparato digestivo tan largo, los ligamentos que suspenden el digestivo cuentan con mucho espacio. Esto produce que "se mueven las vísceras y que haya torsiones", nos explica la veterinaria.
Aparte de su fisiología existen infinidad de causas que hacen posible que padezca esta enfermedad. Lo que asegura la experta es que "todo lo que pueda producir estrés al caballo le provoca el cólico: transportar al animal de un lugar a otro, el ejercicio desmesurado o por el contrario nulo".
Una de las principales causas es sin duda, que el caballo no reciba una alimentación adecuada. "Es aconsejable que durante el día, repartas la ración del alimento en tres veces", comenta Sonia Fernández.
Una buena alimentación combinará "pienso compuesto, granulado, avena y por supuesto, heno y alfalfa, alimentos que interesa que los coma el caballo para que mastique".
Diagnosticar la afección en el caballo
Es fácil darse cuenta de que un caballo está sufriendo un cólico, ya que los síntomas son evidentes.
Dependiendo de lo fuerte que le esté atacando no parará de moverse y se mostrará inquieto: se tumbará, se levantará y se revolcará por la cuadra constantemente. El animal no podrá defecar ni orinar y continuamente se mirará el flanco dolorido.
El cólico equino es una enfermedad muy peligrosa que si no se trata a tiempo puede resultar mortal para el animal. Si observas que tu mascota tiene un cólico, acude urgentemente a un veterinario especialista en caballos.
Sonia Fernández explica que lo primero que hacen cuando llega el equino afectado por esta patología es una palpación rectal para ver si el cólico es posterior. Es decir, si se han movido las vísceras.
A continuación, se realiza un sondaje gasogástrico: "se introduce por el hollar izquierdo del caballo una sonda con agua templada con sal que hace las veces de efecto laxante". Aproximadamente se pasan unos diez litros de líquido por la sonda. Si entran bien más de cuatro litros, indica que el cólico no es anterior.
Pero si por el contrario, no pasan correctamente significa que hay reflujo y que el cólico es posterior, se ha producido en el intestino delgado o en el estomago. "Cuando se produce en el estómago, el caballo se muere", concluye Fernández.
El tratamiento que prescriben los veterinarios es a base de "analgesia, para quitarle el dolor, y a base de suero", explica la doctora.
El suero aporta un exceso de líquido en el organismo. "Visceras, riñones e hígado absorben el exceso de líquido ayudando a deshacer la bola que les provoca el cólico", añade. Así, el animal vuelve a poder defecar y orinar.
Prevenir el cólico equino a tiempo
Si un cólico es detectado pronto, casi con seguridad el animal sanará. Aún así, prevenir es la mejor opción.
Para Fernández Vázquez la alimentación es la base de todo. "Si le das mucha fibra haces que el caballo tenga un movimiento constante de sus vísceras", afirma. La fibra es muy importante pero no olvides que tampoco deben faltarle las proteinas ni los minerales.
El ejercicio es esencial, el caballo se tiene que mover, hacer deporte. "Los equinos salvajes, los que están el libertad, andan a diario unos 30 kilómetros", informa la experta. Por ello, es necesario que el animal se mueva como mínimo una hora y media o dos horas al día. Para realizar este ejercicio, es esencial mantener los cascos del caballo en buen estado. "Si cuando está fuera de la cuadra observas que se revuelca, esto es síntoma de que el caballo está sano", concluye.
Cuando tengas que hacer un viaje con el animal, intenta no superar las cuatro horas seguidas de viaje. Recuerda que es importante que no se estrese; háblale y acaríciale, y si crees que es necesario bajarle del remolque, hazlo.
Para terminar, Fernández Vázquez asegura que el animal debe tener la dentadura arreglada para que la masticación sea correcta.
Los cólicos aparecen con mucha facilidad y son muy peligrosos. En ocasiones, llegan a producir la muerte del animal. Para evitar que sufran esta enfermedad intenta llevar un control estricto en la salud, higiene y alimentación de tu caballo.
Imagen caballo negro y caballo marrón: Moyan_Brenn / flickr
Imagen caballo marrón: willg willg.photography / flickr
Imagen dos caballos marrones: Moyan_Brenn / flickr
Imagen caballo marrón y blanco: Ctwirler12 / flickr
Imagen caballo negro: Simon du Vinage / flickr