Con un amigo o familiar
En algunas ocasiones, cuando nos vamos de vacaciones o por diversas circunstancias, necesitamos que alguien cuide de nuestro perro, nos encontramos con el dilema de cómo elegir dónde y con quien; para que nuestra mascota se encuentre en perfectas condiciones, bien atendida y que cuando volvamos lo podamos encontrar feliz y contento. Por ello y si os sirve de ayuda os vamos a dar algunos consejos tras muchos años de experiencia en este sector.
Una opción válida puede ser dejarlo al cuidado de algún familiar, pero siempre teniendo en consideración de que a veces se les está comprometiendo en exceso y que también les estamos pidiendo que cumplan una responsabilidades tal vez excesivas, ya que a veces y con las tareas que cada uno tenemos hoy en día no es posible; también es muy importante conocer que la vivienda donde se queden tenga las medidas de seguridad adecuadas, ya que si el perro se escapase u ocasionase algún problema, encima se crearía un gran malestar entre ambos miembros de la familia o se pierda la amistad.
Con Canguro particular
También ahora se están ofreciendo cantidad de gente que se anuncia como canguros particulares a través de páginas web donde no suele aparecer más que un número de teléfono donde contactar y ninguna dirección fiscal que responda por ellos. Por lo que esta solución parece más una medida de sacarse un sobre sueldo que otra cosa, dados los tiempos tan difíciles que corren.
Es muy importante conocer si donde lo van a tener es un lugar con núcleo zoológico autorizado y que ha pasado las oportunas revisiones sanitarias y de seguridad que exige la legislación; desconocemos si estos canguros eventuales están dados de alta en autónomos como "cuidadores de animales", si están facultados para poder atender a perros de diferentes razas y caracteres. Importantísimo si disponen de las medidas de seguridad antifuga adecuadas, si disponen de un seguro que pueda cubrir a los perros que van a atender, si tienen una dirección fiscal desde donde poder responder ante algún problema o si simplemente dejan de contestar al móvil en cuyo caso nos podemos encontrar totalmente desprotegidos, etc. etc.
Hasta nosotros han llegado casos que con esta opción se han quedado muy desengañados. Es triste que por tratar de que nuestro perro vaya a estar como en casa, nos encontremos que ha ocurrido todo lo contrario y nos tengamos que arrepentir de la opción tomada.
En Residencia Canina Legal
Muchos propietarios se sienten culpables si tienen que dejar a su perro y piensan que cuando vuelvan este estará enfadado con ellos, por lo que dejarles les crea malestar.
Para vuestra tranquilidad os comentare que los perros viven el ahora y no se martirizan demasiado sobre el pasado y tampoco se preocupan mucho sobre el futuro, tenemos comprobado que si su cuidador empatiza bien con ellos, es al cuidador al que reclaman las caricias como lo harían con su dueño; de ahí la importancia de que sea la misma persona la que se ocupe durante su estancia. Y aunque nunca podrá ser como estar en su casa, si los cuidados son idóneos, el trato es el adecuado y se le saca a correr y jugar varias veces al día; después de unos días de adaptación se lo puede pasar muy bien y cuando le recojamos lo encontraremos feliz y contento. Ellos se acostumbran rápidamente a las rutinas diarias como horarios de comida, salidas a jugar, limpieza etc. etc.
Si la Residencia cumple con todas las medidas que os indicamos será extraño que vuestro perro se vea afectado por su estancia, esto se puede llegar a dar en animales que tienen problemas de comportamiento importantes y los cuales ya conoce el dueño, por lo que puede ser un buen momento para evaluarlos de forma individual y en consonancia que el educador del centro los corrija.
Tampoco nos tenemos que preocupar de que se olviden de nosotros, ya que en cuanto ven a su dueño, prácticamente con la emoción del encuentro se olvidan rápidamente del cuidador; eso es lo que tiene vivir el momento.
Por lo que es muy importante el buscar una buena Residencia Canina, con tiempo para poderlas visitar y de este modo poder compararlas, eligiendo la más adecuada y donde nos podamos asegurar de que el bienestar de nuestro perro este asegurado durante nuestra ausencia.
Que sea una Residencia, con núcleo Zoológico autorizado ya que esta licencia es obligatoria, esto nos debería de garantizar que cumple las medidas de seguridad e higiénico sanitarias oportunas y la concede el departamento de Bienestar y Salud animal de cada Comunidad Autónoma y para ello deben de pasar las revisiones oportunas de los Veterinarios de la Región, aunque siempre aconsejamos que no hay nada mejor que confirmarlo con una visita a las instalaciones.
Es muy importante que los cuidadores no sean simples limpiadores, además deberían de ser personal cualificado como "Cuidadores, Psicólogos o Adiestradores Caninos", con esto nos aseguramos de que tengan ciertos conocimientos en la etología canina, para que nuestras mascotas reciban la adecuada atención durante su estancia. Y que su trato sea más que correcto.
Algunas Residencias ofrecen Adiestramiento para nuestro perro, con lo que si sabemos que tiene algún problema de conducta puede ser un buen momento para que se lo corrijan y eduquen.
Aconsejamos que no esté masificada, siendo pocas las plazas nos estamos asegurando de que prácticamente siempre le va a atender el mismo cuidador, con lo que a nuestro perro le será mucho más fácil llegar a un nivel de confianza y amistad con quien sentirse más cómodo. También de este modo nos aseguramos que al ser pocos perros hay tiempo factible para que los saquen a correr y jugar.
Que la pista de juegos sea amplia con zonas de sol y de sombra; donde puedan corretear a sus anchas; algo que a veces en las ciudades no pueden hacer (desconfiar si la zona de juegos tiene un césped maravilloso ya que se puede deducir que pocos perros salen allí a correr y jugar; ya que los orines de los perros queman el césped y cuando hacen sus necesidades suelen rascar con las patas traseras, con lo que es prácticamente imposible tenerlo bien)
Las hay que ofrecen opciones diversas, como hilo musical, actividades para hacer ejercicio algo imprescindible, otras tienen piscina, spa, hidromasaje, aire acondicionado o calefacción dependiendo del clima de la región e incluso con circuitos de televisión para que los propietarios puedan ver a sus mascotas a través de webcam; todos estos extras ya dependen de la economía de cada uno.
Una buena Residencia Canina debe de exigir que los perros que entren estén debidamente vacunados, desparasitados tanto externamente como internamente y debidamente identificados, esto nos va a garantizar el estado de salud de los perros que allí se encuentran para evitar contagios.
Debe ser una Residencia, con núcleo Zoológico autorizado, esto nos debería de garantizar que cumple las medidas de seguridad e higiénico sanitarias oportunas, aunque siempre hay que confirmarlo con una visita a las instalaciones.
En la visita que efectuemos, conviene que llevemos nuestro perro para que vaya conociendo el centro y a los cuidadores.
Deberemos comprobar que los animales dispongan de estancias individuales y únicamente estén juntos los animales que correspondan a la misma familia, ya que tenemos comprobado que por muy bueno que sea un perro tal vez se lleve mal con otros y es la forma de asegurarnos que a nuestro perro ningún otro le pueda quebrar el carácter, morder, quitar la comida o incomodarlo ya que lo que deseamos que se encuentre contento y tranquilo para que podamos recogerlo en perfectas condiciones.
Los suelos no deben ser superficies porosas ya que estas son difíciles de limpiar y es más fácil que alberguen parásitos, y tampoco deben de ser resbaladizos. Los caniles deben de tener un buen drenaje y las canaletas estarán cubiertas de una rejilla especial donde no se puedan introducir o enganchar las patas de perro.
Vigilaremos que los caniles sean amplios mínimo 6 m2 para 1 perro, algunos centros disponen de jaulas más grandes por si un mismo propietario desea dejar más de un perro y quiere que estén juntos. Deben de tener techo y sombra donde poder resguardarse.
Para que los perros puedan estar más tranquilos y haya menos ladridos lo mejor es que entre ellos no se vean, con ello evitaremos que se estresen.
Deben de estar bien ventilados con un buen intercambio de aire para evitar enfermedades respiratorias como la traqueobronquiolitis infecciosa canina que puede darse en poblaciones caninas confinadas, deben de estar debidamente limpias, desinfectadas y desinsectadas, con bebederos completamente limpios, asegurándonos que el agua se les cambia y revisa varias veces al día, ha habido casos que se han fiado de los bebederos automáticos y por atasco o rotura el perro se ha quedado sin agua y esto en verano puede ser muy peligroso.
Deberemos avisar de todos los detalles que podamos sobre nuestro perro; carácter, enfermedades, si toma alguna medicación, si tiene alguna obsesión, miedos, alergias etc. etc.
Deberá de tener un veterinario concertado por si surgiese un caso de urgencia y también tenemos que dejar los datos del veterinario habitual que atiende a nuestro perro, así como una persona de contacto de confianza por si fuese necesario.
Deberemos de conocer la persona que lo va atender por si deseamos llamar para preguntar qué tal esta nuestra mascota y el horario para poder hacerlo.
Para poder facilitarle una estancia lo más parecida a su casa podemos llevarle su cama, algún juguete y aconsejamos que no cambiarle de alimentación y llevarle el pienso que toma habitualmente, para evitarle problemas gastrointestinales.
Cuando se deje al perro, no se debe de dramatizar nuestra marcha con lloros o intranquilidad, para evitar crearle ansiedad por separación o que se quede nervioso y desconfiado.
Aseguraros de que tienen vigilancia las 24 horas y seguro para los perros residentes.
Sobre los precios existe mucha variación, dependiendo de la provincia, de los extras que ofrezcan y del número de plazas etc. etc.
Firmar un contrato donde se especifique el precio y las condiciones que asume la residencia para su cuidado y el propietario del perro, esto nos ayudara si surgiese alguna irregularidad.
El escoger una residencia que nos convenza nos dejara más tranquilos y así no tendremos sentimiento de culpa por dejar a nuestro perro.
No olvides reservar plaza para tu perro con tiempo y que su cartilla veterinaria este en regla.
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Fuente: este post proviene de Centro Canino Mallorcan, donde puedes consultar el contenido original.
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