Dejar libertad al animal para decidir
La clave de una buena convivencia entre bebés y animales es dejar a estos últimos que actúen frente al nuevo miembro de la familia como prefieran. Si quiere interactuar con él, le dejaremos que lo haga controlando estos acercamientos pero sin impedírselos; si por el contrario prefiere mantener la distancia, no le obligaremos a acercarse.Al forzar la situación es cuando vendrán los problemas. A veces alejamos al animal por miedo a que le haga daño al bebé, pero ellos solamente sienten curiosidad. Se acercarán, lo olerán, puede que le den algún lametón y poco más. Debemos controlar que lo hagan con suavidad y cuando el bebé crezca que no les agarre del pelo, etc. pero simplemente supervisando.
Si lo separamos del bebé, no permitimos que se acerqué a él, lo cerramos en una habitación porque se pone muy nervioso… Es cuando conseguiremos que nuestro perro se sienta desplazado y comience a mostrar más estrés y problemas de conducta.
Por el contrario si es un animal tímido al que no le gustan las novedades y no quiere acercarse a ese nuevo inquilino que hace tanto ruido o que se mueve tanto, lo respetaremos y le proporcionaremos lugares seguros donde refugiarse sin ser molestado.
Además, enseñaremos al bebé a medida que vaya creciendo a respetar sus espacios y sus tiempos. Hay animales que están encantados de interactuar con los niños de casa pero también necesitan sus ratos de descanso.
La relación de Bastian con los peludos de casa
La relación de Lucca, Zelda y Link con Bastian ha ido evolucionando a lo largo de este año juntos pero todos ellos actuaron de forma distinta cuando llegó y cada uno interactua con él a su manera.Lucca reacciono con mucha efusividad hacia el bebé cuando llegamos a casa y al cabo de unos días este nerviosismo se convirtió en indiferencia hasta que comenzó la etapa de la alimentación complementaria. Desde entonces no se separa de la trona cuando empezamos a comer y, ahora que Bastian empieza a gatear, intenta jugar con él.
Link por su parte se asustó muchísimo cuando llegó el bebé a casa, como ya os conté, pero ahora es el que más tiempo pasa con él. Tampoco interactuan demasiado porque Bastian aun es un poco burro pero Link siempre anda cerca, de vez en cuando se acerca a ver que hace y suele dormir a su lado.
Zelda sin embargo mostró indiferencia cuando Bastian nació y se ha mantenido más o menos igual. Últimamente muestra cada vez más curiosidad por el nuevo miembro de la familia y de vez en cuando se acerca a ver si cae alguna caricia, creo que aun está decidiendo si es de fiar o no.
Como veis en una misma casa con un mismo bebé cada animal tiene una relación totalmente diferente con él porque ellos lo han decidido. Nosotros nos limitamos a supervisar sus ratos juntos sobre todo por Bastian… Nos queda un largo camino para enseñarle como actuar con ellos, a respetar su espacio y su tiempo de descanso.
En mi opinión, es más importante centrarnos en educar a los niños sobre como deben actuar con los animales (en general, no solo los de casa) que a nuestros animales sobre como actuar con el bebé.
La mayoría de perros y gatos tendrán un comportamiento normal hacia el bebé y dentro de su carácter su relación con el será más o menos cercana, pero si actuamos con tranquilidad y normalidad no habrá problemas de adaptación.
Aun así, si vemos algún cambio en nuestro peludo, está muy nervioso, lo vemos apagado… Siempre podemos consultar con un profesional que nos ayude a entender mejor que le está pasando y como podemos ayudarle.
¿Nos cuentas como ha sido tu experiencia en casa con bebés y animales?