El mismo miedo al hombre lo tienen todos esos perros que crecen en las perreras o que han estado aislados, que nunca han tenido la oportunidad de sociabilizarse. Estos dos tipos de sujetos se definen como afectados por el síndrome de privación o de privación sensorial, y se trata de perros que tienen grandes problemas con el hombre pero, en general, con sus semejantes no. Primero porque los perros callejeros a menudo encuentran a otros perros, y a veces viven en genuinas y autenticas manadas; y segundo, porque en las perreras viven en boxes o en recintos con otros perros.
NUNCA AISLARLO
A menudo se piensa que el miedo o la desconfianza hacia los seres humanos es consecuencia de la violencia que han sufrido los perros, pero, en la mayoría de los casos, no es así. Simplemente el perro siente temor por lo que no conoce, y tanto es así que todos los perros que han sufrido experiencias negativas o maltratos son capaces de superar estos miedos. El peor maltrato que un propietario puede infligir a su perro es mantenerlo aislado, no interactuar o jugar con él o dejarle hacerlo con otros perros. Este comportamiento, si se trata de cachorros, conduce a tener perros adultos desequilibrados que no saben comunicarse con sus compañeros y que tienen reacciones, según la raza y el sujeto, exageradamente agresivas o de miedo.
¿QUÉ HACER?
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El error más común que cometen los propietarios,sobre todo de perros de talla pequeña, es "tenerlos en una urna de cristal", no permitiéndoles que vivan sus propias experiencias. A menudo, el mismo error lo cometen los propietarios de perros adoptados en perreras, que tienden a sobreprotegerlos. Lo mejor para aumentar la sociabilización es la prevención, a través de una relación correcta con los hombres, el ambiente y con otros perros (de talla y razas diferentes). En el caso de un problema de comportamiento, entonces se necesitará recurrir a un educador canino, que le ayudará a través de un programa personalizado.
¿CUESTIÓN DE RAZA?
Los perros pastores conductores de rebaños son sin duda los perros más adecuados para colaborar con el hombre, mientras que razas como el Perro Lobo Checoslovaco, el Akita, el Chow-Chow y el Rottweiller son de las razas más desconfiadas con los extraños. Como hemos dicho, sin embargo, es fundamental, más allá de la raza, considerar la experiencia que ha vivido cada perro.
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