El ser humano tiene huellas dactilares únicas. La nariz del perro, también llamada trufa, es como su huella dactilar y también es única.
Sería posible utilizar una impresión de la nariz para identificar a un perro y es un método que se ha usado en países como Canadá (el Kennel Club Canadiense ha utilizado la huella de la nariz del perro como prueba de identidad desde 1938) aunque, por ahora, lo más limpio, práctico y extendido en nuestro país es el microchip.