Todos los cachorros, de todas las razas, presentan un crecimiento rápido durante los primeros meses de vida, pero en el caso de los cachorros de razas grandes y gigantes (Mastín, Gran Danés...), este crecimiento rápido se prolonga. El tipo de alimentación que deben recibir estos cachorros es de vital importancia para evitar enfermedades músculo-esqueléticas y malformaciones. Uno de los puntos básicos de esta alimentación es reducir la ingesta calórica para conseguir un buen crecimiento y controlar la ganancia de peso.
Un exceso de éste aumenta el estrés sobre el sistema óseo y muscular de los cachorros de razas grandes y gigantes, el cual presenta ya una predisposición para la enfermedad ortopédica. El sistema músculo-esquelético está en constante cambio durante toda la vida, pero la tasa de cambio es mayor durante el crecimiento. El crecimiento del esqueleto es más rápido durante los primeros meses de vida, y luego va disminuyendo hasta llegar a la madurez (alrededor de los 12 meses de vida en la mayoría de razas). Las grandes y gigantes pueden tardar dos años hasta alcanzar su tamaño adulto.
Existen además, otros puntos importantes en la alimentación del cachorro: la cantidad de proteína administrada, los minerales (calcio, fósforo), los condroprotectores, los ácidos grasos esenciales...
Prevenir el sobrepeso evitando la sobrealimentación
Cuando se cría a un cachorro de raza grande o gigante debemos favorecer su desarrollo evitando su sobrealimentación; podemos conseguirlo utilizando una dieta especialmente formulada para cachorros de estos tipos de raza. Una dieta para cachorros de razas grandes y gigantes debe contener unos niveles de grasa moderados para poder así controlar su contenido calórico. De todos modos, una dieta con contenido moderado en grasa no es suficiente para evitar el sobrepeso del cachorro.
Debemos repartir la cantidad de alimento que necesite en tres tomas durante los primeros 4-6 meses de edad, y luego pasar a dos tomas al día. No debemos dejar que el cachorro coma todo lo que desee, pues no sólo ingeriría más calorías de las que necesita -y por tanto aumentaría su peso y su tasa de crecimiento-, sino que también ingeriría más calcio del necesario, favoreciendo la aparición de problemas óseos y musculares.
Cualquier cachorro, pero en especial los de razas grandes y gigantes, debe mantenerse en un peso y forma física adecuados, valorando cada dos semanas su peso y su condición corporal. Si cualquiera de los dos aumenta, debemos controlar su alimentación y disminuirla adecuadamente. Es necesario recordar que, aunque cada alimento de cachorro ofrece unas pautas de alimentación, éstas son sólo orientativas, y hay que tener en cuenta la raza del cachorro, su hábitat, actividad, clima... para poder realizar las modificaciones adecuadas al mismo.
Necesidades proteicas y equilibrio mineral
Los requerimientos proteicos de todos los cachorros de raza gigante en edad de crecimiento son mayores que los que necesitan los perros adultos para su mantenimiento. Una dieta de crecimiento para cachorros de razas grandes y gigantes debe contener más de un 25% de proteína. La cantidad y calidad de la proteína son básicas, ya que de ellas depende que se proporcione el equilibrio adecuado de aminoácidos. Los aminoácidos son necesarios para el crecimiento y desarrollo, y son componentes importantes de las enzimas y de los anticuerpos.
También es importante para todos los cachorros en crecimiento un adecuado equilibrio de minerales. Las dietas de crecimiento para razas grandes y gigantes deben contener unos niveles de calcio de entre 1,0% y 1,6% (materia seca). El calcio es necesario para una formación ósea sana e influye sobre la absorción de otros minerales, como el potasio, magnesio, cobre y zinc. Pero un exceso de calcio, junto con niveles de fósforo, tanto normales como elevados, puede tener un impacto negativo sobre el desarrollo óseo.
Aunque un perro necesita mayores niveles de vitaminas durante el crecimiento, no hay necesidad de suplementar si el pienso del cachorro es completo y equilibrado. La suplementación en el caso de los cachorros puede provocar toxicidad, especialmente de vitamina D.
Los condroprotectores
Los condroprotectores (glucosaminoglicanos) son también muy importantes en la alimentación del cachorro de raza grande o gigante, ya que se ha observado que si se administran a los cachorros que, por raza, presentan cierta tendencia a padecer displasia de cadera u otras alteraciones músculo-esqueléticas, tienen menor aparición de estos problemas y mejoran su patología.
Se suelen utilizar precursores de esta sustancia como la glucosamina (que favorece la formación de glucosaminoglicanos), junto con la condroitina, actuando ambos sinérgicamente sobre la formación y regeneración de los cartílagos y superficies articulares.
Ácidos grasos esenciales
Otro elemento importante en la nutrición de un cachorro de raza grande o gigante es el CLA, o Ácido Linoleico Conjugado, mezcla especial de ácidos grasos esenciales. El CLA ayuda a reducir el porcentaje de grasa corporal y aumenta los niveles de proteína corporal. Se ha observado también que ayuda a disminuir la incidencia de ciertas deformidades óseas.Por tanto, para conseguir un crecimiento adecuado de cachorros de razas grandes y gigantes debemos utilizar una dieta específicamente formulada para este tipo de raza. Ésta debe contener un mínimo de un 25% de proteínas, un contenido moderado en grasas y elementos que favorezcan la formación/regeneración de las superficies articulares y disminuyan la incidencia de patologías óseas (glucosamina, CLA, condroitina). Igualmente importante es que mantenga una óptima relación calcio y fósforo para el correcto crecimiento de este tipo de cachorros.
Pero principalmente, hay que controlar la ingesta calórica diaria para evitar un desarrollo rápido y desmesurado, y para evitar un cachorro obeso, que aumentaría el riesgo de aparición de patologías óseas y musculares (como displasia de cadera, valgus/varus...).
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