Para ser bueno en la cría de gallinas necesitamos muy poco: alimento, luz, un lugar para establecer el gallinero y ponedoras que nos ofrezcan huevos frescos.En estos casos lo mejor es comprar pollitos para que podamos ver la evolución de cría a animal adulto y poder disfrutar de todo el proceso.
Cogeremos una caja de cartón para instalar el hogar de los pollitos. A continuación, seccionaremos a la mitad una botella de plástico. Pondremos una mitad a cada lado de la caja, bien sujetas con alambre y haremos tres agujeros para que los pollitos puedan sacar la cabeza, esto te ayudará en la cría de gallinas. Llenando las secciones de las botellas con agua y comida, tendremos un bebedero y un comedero muy útiles.
Durante ocho semanas veremos crecer progresivamente a los polluelos. Los primeros días necesitarán calor, como mínimo 32 grados, por eso instalaremos bombillas para que los pollos puedan desarrollarse rápidamente. En las dos primeras semanas de la cría de gallinas es fundamental que estas reciban este calor artificial procedente de las bombillas, ya que esta etapa es crucial para su crecimiento.
En la tercera y cuarta semana es buena idea cercar un pequeño terreno que pueda servir para que los pollitos paseen y tomen el sol. Introduciremos la caja en un pequeño corral, con una abertura a modo de puerta, para que los pollos puedan entrar y salir a su antojo.
Una alimentación completa
Los primeros días es importante que las crías se alimenten de manera equilibrada, aunque a partir del tercer mes, podemos añadir a su dieta productos diversos como verduras, lombrices, restos de comida, cereales, pastos e insectos. A partir del quinto mes, si queremos que las gallinas pongan huevos, tendremos que dar diariamente a las gallinas 100 gramos de comida, de los cuales, 15 gramos tendrán que ser de proteína, esencial para el buen desarrollo de los huevos.
En la dieta de estas aves podemos distinguir tres tipos de alimentos: los que les sirven para desarrollarse y poner huevos (proteína); los que proveen de energía (grasas e hidratos de carbono); y los que sirven para prevenir enfermedades (vitaminas y minerales). Por otro lado, el calcio y el fósforo son fundamentales para que las gallinas tengan huesos fuertes y sus huevos desarrollen su cáscara con normalidad. Para ello, es buena idea moler cáscara de huevo y dársela de comer a las gallinas.
Cinco gallinas consumen aproximadamente entre un litro y un litro y medio de agua. No debe faltarles este líquido fundamental, por eso los bebederos deberán estar siempre llenos. Si tenemos una huerta, podremos aprovechar los restos orgánicos para darles de comer a las gallinas, y además, su dieta será mucho más completa. La arena de grano gordo les es muy útil para que en la molleja trituren los cereales que ingieran.
El corral y el gallinero
Entre el tercer y quinto mes, las gallinas ya pueden salir del cajón y soportar la temperatura ambiente. Podemos optar por hacerles un pequeño corral o dejarlas que correteen libremente por el terreno que tengamos. Aunque ésta última opción hace que necesiten menos comida que reteniéndolas en un gallinero, si campan a su libre albedrío pueden sufrir el ataque de predadores, perderse o enfermar.
Más o menos, necesitaremos un espacio mínimo de un metro cuadrado por gallina, sin contar el gallinero. Éste último tiene que estar resguardado, tener ventilación -sin que el viento afecte a las gallinas-, estar seco, con suficiente espacio, y, a poder ser, en el mismo lugar donde se criaron los pollos, para que puedan sentirse más cómodas. Utilizaremos para el comedero un cajón que colocaremos en un lugar donde las gallinas puedan comer de ambos lados.
Dentro del gallinero, colocaremos listones de madera de más de 3 cm. de diámetro a unos 30 cm. del suelo, para que las gallinas puedan dormir. Normalmente éstas suelen dormir en lugares altos, así que pondremos tantos como sean necesarios. Para los nidos, usaremos cajones de fruta cubiertos con heno y el suelo tendrá algún tipo de material absorbente. Cuando el suelo esté muy húmedo, quitaremos la viruta o la paja que hayamos puesto y sustituiremos por material nuevo. Hay que encalar las paredes al menos cuatro veces al año para desinfectar.
- Aquí tenéis un post sobre Cómo hacer un gallinero con palets.
Recolección de huevos e higiene
Para que las gallinas pongan huevos, tendrán que tener diariamente 14 horas de sol. Para solucionar la ausencia de luz solar en invierno, podemos recurrir a bombillas: con una por cada cuatro gallinas será suficiente. Para recoger los huevos (diez gallinas pueden poner seis huevos de media diarios durante todo el año), es necesario hacerlo dos veces al día, coincidiendo con el anochecer y el mediodía. Si se quedan durante mucho tiempo en el nido pueden romperse y que las gallinas se acostumbren a comérselos. Con el calor, tendremos que hacer más visitas al gallinero para refrigerar los huevos lo antes posible.
Los parásitos pueden ser uno de los problemas que surjan en el gallinero. Existen diversos productos que acaban con los piojos y ratas, principales fuentes de infecciones para estas aves. La limpieza es fundamental para evitar la aparición de enfermedades y parásitos. El corral, el gallinero, el agua y la comida deberán estar en perfecto estado de higiene.
Las gallinas que hayan enfermado deberán retirarse del resto para evitar contagios. Una visita del veterinario y la aplicación de las correspondientes vacunas son medidas esenciales para evitar males mayores en el corral.
Más información: e-campo.com