Rodrigo Basaure / Flickr
La mayoría de los propietarias de perros no suelen tener un buen control sobre su mascota. Algunos factores que influyen sobre eso es el desconocimiento del uso de la correa o la necesidad de tratar a nuestro perro como si fuera nuestro hijo, como si fuera un ser humano (algo insano para él).
La mascota es uno más de la familia...pero igualmente deben tener control y comportarse en el hogar. Para ser felices ellos no necesitan un amo, un jefe, un amigo o un padre o una madre, sino un líder. Es importante establecer este respeto y autoridad.
Siguiendo estos cuatro sencillos pasos podrás convertirte en el líder ideal
1. Controlar las emociones. Un líder es por defecto alguien tranquilo y sereno, no chilla, no es agresivo, da ejemplo, se comunica y permite la comunicación con otros individuos. Un líder juega y lidera el juego; sabe cómo ser firme y flexible a la vez. Proyectar emociones excesivas, tanto violentas como exageradamente cariñosas, hará que a los ojos de tu perro seas alguien débil, y alguien débil no es un líder. Así el perro se sentirá más seguro.
2. Saber cómo pasearle con la correa. Es algo clave a la hora de hacernos su líder. Si depositamos demasiada tensión en la correa, iniciamos una lucha para comprobar quién tira más. Sólo hace que creemos un bucle que nos lleva habitualmente a un estado de ansiedad y pérdida de control de la situación. Tenemos que aprender a ir con nuestro perro tranquilamente, igual suelto que agarrado, a nuestro lado y tener el control de la situación a todas horas. Por eso, tenemos que educar al perro y más en cosas tan básicas como esta. La correa debe ser un instrumento de comunicación y unión con nuestro animal, no un seguro o instrumento de contención.
3. Ejercicio físico y juego. Lo más importante es que el perro gaste su energía y que tu seas partícipe de ese hecho. Eso se traduce en el juego, y no en algo negativo como que nuestro perro se escape o deje de hacernos caso porque nosotros no invertimos el tiempo en su diversión. La relación tiene que ser divertida para que pueda ser sana. Tenemos que jugar con nuestro amigo, pero sobre todo a juegos que le permitan a él ser el protagonista. Los patines, la bicicleta, salir a correr con el, etc, son buenas actividades físicas que nos unirán con nuestros perros y nos harán más líderes ante sus ojos.
4. Actitud en casa. En casa, el perro tienen que tener marcados una serie de espacios y actitudes que permitan saber que tú (como líder) te reservas un espacio para ti. Es algo esencial. Por eso hay que quitarle costumbres como subirse al sofá, a nuestra cama, tener la comida en la cocina, dejarle entrar antes que tú por la puerta de la casa, etc. Al eliminar todo esto, tu perro empezará a entender que tú eres el líder de la manada, a la que él te pertenece. Y eso facilitará la convivencia y le ayudará a ser más feliz.