En la mayoría de los casos en que la mascota lleva a cabo un daño en el hogar es por falta de compromiso de su “dueño”, ya sea, porque no lo saca a sus paseos o porque no tiene en qué o con qué jugar y así mismo expulsar toda esa energía.
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En la imagen se aprecia un ejemplo clave de cómo afianzamos una conducta inapropiada sin saberlo y pasamos a regañarlos cuando nuestra mascota nos ha dado a entender lo que necesitaba en su momento.
Es primordial que sepamos entenderlos, en muchas ocasiones ellos nos hablan en su idioma y nosotros los ignoramos o simplemente no nos hemos puesto en la tarea de afianzar la relación en este aspecto, no dejes que esto ocurra y recuerda que ellos necesitan atención y cuidados para evitar que lleguen problemas de ansiedad, nerviosismo, agresión o depresión, lo cual traerá conflictos no sólo con el can, sino también en la convivencia en general.
¿Crees entender a tu mascota?