Así es como conocen los vecinos de la localidad británica de Treviscoe a Shiny el gato agresor. El animal ya cuenta con cinco denuncias por agresiones a los vecinos e, incluso, alguna que ha acabado en el hospital. Con su comportamiento violento, que dista de su apariencia tranquila, tiene atemorizados a los miembros de esta comunidad, que aseguran que el gato no duda en perseguir a niños, atacar a perros y colarse en sus casas.
Los dueños de Shiny el gato agresor dicen estar tomando medidas, como la castración y la visita regular a un psicólogo de animales. Sin embargo, los propietarios, que admiten que el felino era en ocasiones agresivo, aseguran que desde que le castraron no se ha vuelto a comportar de manera violenta. Además, los amos de Shiny tienen tres hijos y nunca han tenido ningún problema con el gato. Añaden que, por lo tanto, los vecinos deben de haber hecho algo para que él actúe de esa manera, ya que no ataca si no le provocan.
Diversos sucesos que han acabado en el hospital mantienen en alerta a los habitantes de Treviscoe. Como el de Paula Burton, de 42 años, que tuvo que acudir al hospital de urgencia después de que el gato agresor le arañara brazos y piernas. El resultado fue la necesidad de ingesta de antibióticos por las contusiones y cortes. Además, el comportamiento del gato también afecta económicamente ya que al atacar a otros animales sus dueños tienen que afrontar costosas facturas del veterinario.
La Policía no puede hacer nada al respecto a pesar de las denuncias. En las leyes que se aplican a los perros considerados peligrosos no entran los gatos. Sin el cobijo de la ley y ante una situación extrema los vecinos toman medidas desesperadas: vallar los jardines, cerrar bien puertas y ventanas, pero también, armarse con mangueras y tazas de té cuando Shiny se acerca.
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Imágenes/flickr: Frostdragon y Henrique Vicente.