Ante esta medida, necesitamos ver que todo está bien, porque si las personas a las que queremos están tristes, lo pasamos mal durante esos últimos momentos y nos llevamos un mal recuerdo del mundo terrenal. Eso sí, tampoco estoy diciendo que deis botes de alegría.
Sobre todo, si tenéis que recurrir a esta dura decisión, tened en cuenta que si nos sedáis antes de ponernos la inyección, sufrimos más. Aunque parezca mentira, es preferible poner la inyección directamente. Así parecerá que nos dormimos poco a poco, y con toda la paz del mundo.
Esperemos que no tengáis que llegar a tomar esta dura decisión, pero si no queda otra, recordad estas cosillas. Guau.