Por todos es sabido que los Jack Russell tienden a creer que son mucho más grandes de lo que son. Son perros enérgicos, valientes, sin miedo pero con mucha tozudez. Este es el caso de George, que, valeroso hasta el último momento, saltó en defensa de los niños contra dos pitbulls.
Los niños estaban jugando con él en la calle, como hacían a menudo. A George le encantaba pasar ese rato con los más pequeños, jugando a las carreras, al escondite, a recoger la pelota… lo que hiciera falta.
Fue entonces cuando los pitbull vinieron corriendo. Nadie supo de dónde habían salido ni por qué estaban allí… pero sus intenciones eran claras. Iban a atacar a los niños.
George se interpuso en el acto. Uno de los pequeños diría más tarde que se puso a ladrar y embestir contra los pitbull, logrando que se pararan durante un momento. Atrajo su atención. Los niños se fueron corriendo, y aquellos enormes perros, muchos más grandes que George, se tiraron sobre él.
El pequeño Jack Rusell les dio el tiempo para escapar. Sobrevivió al ataque, pero sus heridas eran demasiado graves. Al final, dio su vida por los niños con los que jugaba tan a menudo, y que ahora lo echan mucho de menos.
George recibió muchos honores por su valor, incluyendo un corazón púrpura de manos de un veterano, que se sintió conmovido por aquella historia. ¿Y cómo no hacerlo?
Marcos Mendoza
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