Te invitamos a conocer esta linda historia de esta perrita rescatada que de seguro marcará tu punto de vista hacía lo que significa luchar y vivir.
Negrita a sus 5 meses fue arrojada a un caño (conducto de aguas residuales) en la Ciudad de Cali, Colombia, cuando fue encontrada ella no comía, no caminaba, se quejaba de dolor y sus deposiciones eran con sangre.
Debido al golpe al caer, tuvo una fractura en su columna que involucraba la médula, dejándola sin ningún tipo de movilidad, manteniendo postrada en una colchoneta; luego, se contagió de moquillo, del que con gran esfuerzo salió librada. Negrita fue sometida a una intervención para mejorar su problema de columna y desafortunadamente el destino de nuevo le tenía un obstáculo más, el "veterinario profesional" que hizo la cirugía, no la realizó de la manera correcta y acabó de agrandar su problema de salud.
Negrita antes de ser rescatada.
A pesar de todo, su rescatista junto a personas que con donaciones ayudaban a Negrita, decidieron seguir en la lucha, sus ojos que transmitían ganas de vivir y de volver a tener esa vitalidad que alguien le arrebató, era el impulso para continuar a su lado sin desampararla.
Sus primeros pasos en el caminador.
Negrita inició con sus terapias neurales a base de ozonoterapia y algunos homeopáticos, aunque los resultados eran lentos, su evolución era positiva, ya podía orinar sola, se volteaba en la cama, ladraba y en ocasiones movía su cola y paticas, todo se hacía con gran esfuerzo para ella, el transporte, el pago de las terapias, los pañales, la alimentación, el caminador, entre otras cosas, se conseguían por medio de donaciones.
Imagen: Dr. Reinoso.
Sin importar el esfuerzo humano que se hacía con ella, poco a poco la batalla se veía ganada, Negrita hoy en día gracias a esa persona que decidió no ser indiferente al verla en esas condiciones, ni mucho menos ceñirse a los pronósticos de los médicos veterinarios y tomar la decisión de ponerla a dormir, hoy este ser ha vuelto a la vida y ya da sus primeros pasos.
Negrita ya caminando.
Negrita nos enseña que nuestras manos y esfuerzo sin importar las condiciones pueden salvar una vida.
Agradecimiento:
- A su rescatista Brenda Navas por creer en Negrita y compartir su historia.
- Para las personas que apoyaron y aún siguen apoyando el caso de Negrita, sin ellos no sería posible este
final.
- A los médicos veterinarios que con sus manos y esfuerzo dieron lo mejor de sí a Negrita.
¿Conoces una historia similar?