Reconocer la obesidad en gatos a veces puede ser complicado. "Mi minino esta llenito, pero obeso, no", es lo que a veces pensamos. Tal vez le damos más golosinas de lo normal por lo bien que se han portado o por todo el cariño que nos dan. Puede ser una de las formas con las que nuestro felino poco a poco va ganando peso ya que consume más calorías de las que gasta en su vida diaria.
Es importante reconocer la obesidad en gatos ya que si no se detecta a tiempo y se maneja como se debe tiende a originar muchos problemas de salud. La acumulación de grasa en los gatos cuando supera el 10% de su peso corporal se puede considerar que tiene sobrepeso, pero cuando supera el 20% ya se considera como obeso. Esta patología en animales felinos actúa como desencadenante de otras enfermedades, como la diabetes, del corazón, problemas con el pelo y la piel o articulares.
A parte de las golosinas que les damos día a día, también existe otra razón para que nuestros mininos cojan peso. La esterilización de los felinos tienen tres veces más posibilidades de engordarlos. Un gato esterilizado tiene más apetito y menos cantidad de necesidades energéticas y ejercicio. Por ello es imprescindible darles alimentos adaptados a su situación con ello se reduce el consumo de calorías sin disminuir la cantidad de comida.
Existen muchos beneficios de tener un gato en casa: estudios científicos lo confirman. Por ello, que mejor tenerlo sano y si piensas que tu minino está un poco gordo pero no del todo, entonces estás a tiempo de poner en práctica estos 4 datos para reconocer si tu felino está obeso o no.
- El perfil. Cuando observes a tu gato, míralo de perfil. Si no está obeso verás que su pecho es más profundo que el abdomen que hace una curva hacia arriba. Pero si el abdomen tiene una curva hacia abajo, entonces tu minino tiene que ponerse a dieta.- La cintura. En este caso tienes que observar a tu felino desde arriba y notar que su cintura es delgada, justo detrás de las costillas. Si solo ves su abdomen y que está más ancho que su pecho, no hay duda que tu gato está obeso.
- Las costillas. Otra dato que debes tener en cuenta es que puedas tocar las costillas del gato, aunque haya una fina capa de grasa. Y si se te hace difícil tocarlas, tu gato tiene exceso de peso.
- El tacto. También debes identificar en el cuerpo de tu gato las zonas donde sobresalen sus huesos como columna, hombros, cadera o isquiones (situados en la pelvis). Una vez que lo tengas a la vista debes ubicarlas al tacto superficial. Si te es imposible encontrarlas al tacto, entonces tu minino necesita reducir su peso.
La obesidad en gatos al igual que en los perros es una condición patológica que afecta aproximadamente al 40% de estas mascotas a nivel mundial. Es una situación grave que merece tener toda nuestra atención y así evitar pasar malos momentos a nuestros mininos con enfermedades que pueden hasta provocarles la muerte. Si te gustó este artículo, síguenos en Mascotas Clic.