La historia y existencia del Pastor ganadero australiano es relativamente reciente. Concretamente, surgió a principios del siglo XIX como solución para el pastoreo y traslado de ganado. Hasta la fecha, los perros endémicos de esta nación no podían hacerse cargo de animales de gran tamaño y más cuando el calor acusaba. Sin duda un Pastor ganadero australiano es una mascota con mucha autoridad.
Por ello, se decidió en la década de 1830, cruzar una serie de razas para obtener este formidable can. Algunos de ellos, como los Collies escoceses o los Smithfields, fueron mezclados con los dingos autóctonos con el fin de potenciar sus atributos y habilidades, siendo capaces de recorrer mayores distancia sin agotarse o ser más sigilosos.
Cualidades y carácter
A diferencia de muchas otras especies, el Pastor ganadero australiano no es un perro doméstico, sino destinado al trabajo. De hecho, posee una envidiable energía que necesitará gastar a diario. De no ser así, provocaremos en él un comportamiento errático, estresante y que puede conducir a episodios de violencia en caso de ser encerrado en espacios reducidos. Este Pastor ganadero australiano tiene mucha historia.
En cuanto a su ayuda, es inestimable, su vigorosa estructura y su inagotable fuerza serán gratificantes a la hora de ser empleados como perros de caza o de pastoreo, independientemente del tamaño que tenga el animal que queramos desplazar. Asimismo, disponen de una inteligencia muy superior a la media, lo que les permite aprender rápidamente. Este Pastor ganadero australiano es una mascota muy peculiar y muy inteligente.
Por otro lado, a pesar de su pequeña estatura, de 46 a 51 centímetros, gozan de una gran agilidad. De tener un buen cuidado, el can reconocerá fácilmente la figura del dueño, mostrando un gran respeto y cariño por él. Además, es un excelente perro guardián, gran defensor del terreno y de sus allegados.
Características
En cuanto a sus características más destacadas, sobresale su capacidad de aprendizaje y su imponente resistencia física. Asimismo, están perfectamente aclimatados tanto al frío como al calor. Un dato muy significativo de su fortaleza es su doble manto, cuyo pelaje es impermeable, llevándole a soportar lluvias intensas.
Al igual que el resto de perros australianos, disfrutan con el agua, siendo grandes nadadores. Su cuerpo musculoso y ágil le permitirá desplazarse largas distancias, tanto a través de tierra como en lagos o charcas. Según están definidos, los Pastores ganaderos australianos, deben ser un 10% más largos que altos. De aumentar este porcentaje, se vería drásticamente reducido su flexibilidad y desarrollo.
Por todo ello, es considerado el mejor perro de pastoreo de ganado del mundo. Igualmente destaca como guardián. Sin embargo, puede ser bastante independiente y especialmente cauteloso con los extraños, mostrándose receloso en todo momento. Esto podrá ser disminuido si es socializado desde cachorro.
Salud y cuidados
Sacarle a diario para dar largos paseos será una actividad formidable para mantener la buena condición y salud de nuestro compañero. De hecho, su fortaleza es tal que no necesita unos cuidados excesivos, siendo autosuficiente y demostrando una gran energía en todo momento. Su pelaje tan sólo requerirá un cepillado por semana, intensificándose ligeramente en la época de muda.
No obstante, suelen presentar, en gran medida, sordera, tanto de un oído como de ambos. Otro órgano que debemos vigilar es el ojo, ya que es susceptible de sufrir atrofia en la retina con el paso de los años. Sin embargo, no tienden a padecer enfermedades graves. De hecho, es uno de los perros que menos peligro tiene de albergar displasia de cadera.
Con una equilibrada y enriquecida alimentación y mucho ejercicio, esta vigorosa y portentosa raza tendrá una esperanza de vida en torno a los 13 años, llegando incluso a superar los 15 en ocasiones especiales. Como curiosidad, cabe mencionar que ‘Bluey’, un Pastor ganadero australiano, llegó a vivir hasta 29 años y medio, siendo el can más longevo de la historia.
