Imagine cuanta emoción habrá tenido esta perra en el momento del reencuentro con su dueño.
Su dueño, Renato, estaba interno en un centro de rehabilitación para enfermos, pero nina siempre estaba fuera de las instalaciones para esperarlo, por lo que los encargados del lugar después del reencuentro con su dueño, estudiaron la situación del interno y decidieron dejar a la perrita que lo acompañe, bajo la premisa que le ayudará con su salud.