Lo básico
Para saber sobre una buena alimentación a tu mascota, debes tener en cuenta que dejando a un lado los nutrientes básicos necesarios para todo animal (agua, albúmina, hidratos de carbono, grasas y sales) son también imprescindibles las vitaminas. Si el aporte de nutrientes y energía es inadecuado, la salud de nuestra mascota no será buena. Y esta incorrecta alimentación le provocará, tarde o temprano, a nuestro perro la aparición de patologías.
Hay que tener en cuenta que los mecanismos fisiológicos del perro y del hombre son parecidos, pero distintos. Hay algunos alimentos que el perro no es capaz o no puede metabolizar de la misma manera que lo hace el hombre. Su metabolismo no es tan eficaz como el del ser humano. Sabiendo esto, se puede evitar cometer errores en la alimentación. ¡Ofrece una buena alimentación a tu mascota!
Errores más frecuentes
Muchos dueños no se fían de las dietas comerciales debido a que creen que sus componentes no son naturales. En vez de eso, lo que hacen es prepararles ellos mismos las comidas, pues creen que si a ellos les sienta bien, a sus mascotas también. Pero esto es erróneo. Como acabamos de decir en el apartado anterior, el metabolismo de los perros es diferente del de los humanos.
El problema no es alimentarles con alimentos frescos, que son buenos, sino la cantidad y proporción de nutrientes que les debemos suministrar y que estos necesitan. Los productos comerciales están hechos por nutricionistas y contienen la información sobre las cantidades adecuadas para cada perro. Los productos llamados “Premium” tienen este nombre por su mayor digestibilidad para los animales y, evidentemente, por su mayor calidad.
Tampoco es bueno cambiarle la alimentación. Aunque creamos que el perro se aburre con su comida (algo común y que lo que hace es humanizar al perro) esto no es así. El aparato digestivo del animal se acostumbra al alimento. El perro no se aburre. Y si le cambiamos su nutrición dándole bocados de otros alimentos, nos estamos arriesgando a que el perro sufra diarreas y desequilibrios nutricionales. Estos bocaditos o caprichos, son necesarios si se quiere adiestrar al animal. Pero si esto se hace, debemos contar con las calorías que tengan estos alimentos, informándonos bien antes de dárselas, y reducir en proporción su ración o incrementar su ejercicio.
También es común que se alimente al animal una sola vez al día. Esto no es nada recomendable, pues llegarán con hambre al final del día y cuando les toque comer, lo harán tan rápido que les puede producir problemas intestinales. Por eso es necesario adaptar el número de veces que come el animal a su edad. Es decir, un cachorro que tenga menos de 3 meses deberá comer cuatro veces al día, y uno que ya tenga más de 1 año de edad, dos veces al día.
La cantidad de alimento depende también de la estación del año. En verano, deberemos reducir el volumen de alimentos que les proporcionamos puesto que con el calor, nuestras mascotas suele permanecer inactivos. También es recomendable restringir ligeramente las grasas. En invierno, será al revés, las calorías requeridas serán mayores.
En relación a los alimentos a darle que estén fuera de su dieta, hay algunos que de ninguna manera se le deben dar al animal. El alcohol, lógicamente, está prohibidísimo. Es un tóxico que el perro debe eliminar a través del hígado, y le cuesta mucho. Otro son los restos de nuestros platos, lo que se conoce como “las sobras”. Estas sobras pueden provocar desequilibrios en su dieta alimenticia y en su metabolismo. La leche tampoco es buena, pues sufren intolerancia debido a la presencia de lactosa, que algunos no pueden digerir correctamente. Ni siquiera cambiando de leche entera a desnatada el problema va a cambiar. Por último están los dulces. Son un aporte innecesario de calorías.
Diferentes soluciones y consejos
Teniendo en cuenta todo esto, ya podemos actuar de forma correcta. Una vez elegido el tipo de dieta que va a seguir, debemos asegurarnos de que sea la mejor posible. Debe ser agradable al gusto del perro. Esto será más fácil con los productos comerciales, como ya he dicho antes, pues viene detallado todos los componentes y las raciones a proporciona a la mascota.
Si en algún momento decidís cambiar de alimento, o el veterinario os lo ha recomendado, deberéis tener en cuenta las calorías y nutrientes de la anterior dieta en comparación con la nueva para que varíe lo menos posible. En el caso de que le queramos dar algún alimento que este fuera de su dieta rutinaria, coged ese mismo alimento y meterlo en una bolsa aparte. Al final del día o de la semana, podréis observar con más claridad cuantos son los alimentos adicionales que le habéis dado, y en cuanto os habéis excedido.
Es muy importante concienciar a todos los miembros de la familia en estabilizar y no cambiar la dieta alimentaria de la mascota. Lo aconsejable es darle de comer después de que la familia haya comido para instaurar la dominancia en el dueño. Si se hace al revés, el perro comenzaría a tener comportamientos dominantes. El lugar donde se le debe poner el plato debe ser tranquilo. Nos debemos asegurar que no se lleve la comida a otro sitio y tampoco quitársela a mitad de la comida, pues provocara ansiedad en el perro, incluso agresividad.
Por último, y como es normal, en caso de dudas es recomendable preguntar a nuestro veterinario, que nos puede aconsejar en todo momento de cualquier cuestión que nos surja. Él será el mejor para aconsejanos a la hora de cambiar la dieta de nuestro perro, si queremos que adelgace algunos kilitos o que engorde otros tantos.
Imágenes: Coda, M.Peinado, MShades, Natalia Lobato, Radioheadgirl, Notto86, Anneh632, Elizabeth/Table4Five de Flickr.com, y Marta M. de Arteyfotografia.com.ar
Fuentes: Perros & Compañia y Cementerio-mascotas.blogspot.com