La Leishmaniosis canina se trata de una enfermedad infecciosa que puede llegar a ser mortal, no solo para los perros, sino para cualquier animal vertebrado (lo que incluye a los hombres). El parásito Leishmania es el causante de esta enfermedad, el cual se aloja en algunos insectos – el flebotomo o “mosca de la arena”– y de ahí accede al organismo de los animales.
La temporada de peligro de la Leishmaniosis comienza con la primavera y las altas temperaturas previas al verano, cuando el parásito sale de su letargo invernal. Debido al cambio climático y a la mayor movilidad de la población y sus mascotas, cada vez se observan más casos en el norte de Europa. Las razas más afectadas son el Bóxer, el Cocker Spaniel, Pastor Alemán y Rottweiler; pero siempre dependerá de la exposición a los flebotomos y a la prevención que se tenga.
La Leishmaniosis se transmite a través de la picadura del insecto infectado por el parásito, el cual pasa a alojarse en el organismo del animal. Llegados a ese punto, el perro puede desarrollar o no la enfermedad, pero en cualquier caso es una fuente de difusión de la enfermedad. Los síntomas que padecen los que la desarrollan incluyen fiebre, caída del pelo (especialmente alrededor de los ojos), pérdida de peso, úlceras en la piel, y problemas en las uñas. También pueden tener anemia, artritis e insuficiencia renal.
Desarrollo de la leishmaniosis
Se trata de un problema que afecta con especial importancia a los perros, pero el hecho de que pueda afectar también a las personas, lo convierte en un asunto de salud pública. Actualmente los mejores instrumentos de prevención están siendo los sprays repelentes, pipetas y collares que auyentan a los parásitos. Sin embargo, la leishmaniosis sigue siendo una amenaza importante en Europa. Puede darse el caso de que un perro afectado pueda eliminar la infección.
Una nueva vacuna
La nueva vacuna desarrollada por el laboratorio especializado en salud animal Virbac, combate la enfermedad con mayores garantías que los métodos anteriores de reducción del hábitat disponible del flebotomo y de insecticidas sobre los perros. La vacuna de Virbac es la primera, y por ahora la única, que existe contra la leishmaniosis canina en Europa.
Su aplicación es viable en perros con más de seis meses de edad, y consiste en tres inyecciones administradas en intervalos de tres semanas. Desde ese momento, tan solo hace falta una revacunación anual para mantener a nuestro perro lejos del alcance de esta infección. Además de proveer al animal de un mecanismo inmunitario resistente, esta vacuna evita el efecto de propagación hacia el norte de Europa que se está experimentando.
En cualquier caso, lo mejor siempre es consultar con el veterinario de confianza y ser aconsejador por él sobre cuáles son las mejores opciones en cada situación. La vacuna desarrollada por Virbac está disponible en España desde el 25 de enero de este año.
España, zona de riesgo
El hábitat más propicio para la supervivencia del Leishmania es la cuenca del Mediterráneo, donde las altas temperaturas del verano favorecen su actividad parasitaria. No obstante, en los últimos años se está extendiendo hacia el nrote debido al cambio climático global y al aumento del número de personas que viajan con sus perros.
La vacunación se vuelve un asunto más importante en el sur del continente por ser una zona con riesgo más elevado de infección. Incluso hay zonas en el suroeste – España y Portugal – donde los flebotomos actúan durante todo el año, por lo que el peligro es aun mayor.
Según los datos difundidos por Virbac, en España aparecen cinco nuevos casos de leishmaniosis canina por cada 100 perros al año. Donde más presencia de anticuerpos se ha encontrado es en el archipiélago canario (en más del 15% de los perros), por el clima tropical y estable. Excepto en la meseta norte y la cordillera cantábrica, donde la incidencia está por debajo del 5%, en el resto del país se sitúa alrededor del 10%. Son datos que invitan a una mayor conciencia para combatir la enfermedad, ya que solo hacen referencia a los casos en los que se ha desarrollado la leishmaniosis. Si se tienen en cuenta los perros asintomáticos, se puede llegar hasta el 60% de incidencia.