A pesar de lo que muchos piensan, el Halti no es un collar de castigo ni hace daño al animal. Está inspirado en la cabezada de caballo y su objetivo es que el animal no pueda tirar al andar de nosotros. Ernest Belchi, adiestrador profesional, lo recomienda tanto para los paseos, como para los dueños que quieran educar a sus mascotas a través del adiestramiento con clicker.
Las ventajas del collar Halti
Belchi destaca que "la ventaja más significativa es que facilita mucho el trabajo en positivo, al no provocar castigo, y permitir atraer fácilmente la atención del perro". La mayoría lo usa para enseñar a su perro a no tirar de la correa cuando salen a caminar, ya que no le provocan daño físico ni psicológico, pero el animal está obligado a andar al mismo paso que el dueño y con la cabeza alta.En los últimos años ha sustituido a los conocidos como collares de sensibilidad (de púas), ya que estos no provocan dolor y se muestran igual de eficaces a la hora de educar a nuestro perro, independientemente de su tamaño o fuerza. Hay diferentes tipologías, por lo que es muy sencillo adaptarlo al tamaño de nuestra mascota, para asegurarnos de no producir roces o alergias en la piel.
Según el adiestrador, algunas de las conductas que ayuda a corregir son "los casos de animales que van comiendo cosas del suelo y, también, ayuda a la ruptura emocional en el caso de expresiones agresivas frente a otros perros o personas". Del mismo modo, puede ser una herramienta relativamente eficaz para acabar con conductas tan desagradables como la coprofagia.
¿Cuándo no es recomendable el collar Halti?
El primer gran inconveniente del uso del Halti es acostumbrar a nuestro perro a llevarlo, ya que al principio se mostrará reticente e intentará quitárselo todo el rato. Ernest Belchi nos comenta que "la mayoría de los perros son reacios a ponérselo, por lo que será necesario seguir un plan de habituación, que a veces puede ser largo y costoso". Una solución es relacionar la puesta del Halti con algo positivo, como salir a la calle u obtener un trozo de pavo. Asimismo, tendremos que tener en cuenta que no debe ser usado con correas largas, porque puede provocar lesiones en el cuello de nuestra mascota.Una vez superada la etapa de adaptación, no suele presentar más problemas, puesto que no es muy incómodo y permite al can respirar con total normalidad. Un aviso muy importante, para los propietarios de las razas potencialmente peligrosas, es que este tipo de bozal permite que el perro abra la boca y puede llegar a morder, por lo que podréis ser multados por la Policía.
Aunque a muchos dueños les dé pena, porque lo asocian con los bozales o collares de castigo, tenemos que tener presente que en ningún momento hará daño a nuestra mascota, mientras que a nosotros nos ayudará a pasear junto a él y poder enseñarle algunos trucos u órdenes básicas.
Agradecimientos: Ernest Belchi, adiestrador profesional.