Pues a nuestro protagonista se le pusieron los pelos de punta cuando le pareció ver el fantasma de su perro Kosmo, ¡de pie junto a su propia tumba!
Como has visto en el vídeo, y tras tener las pulsaciones a mil por hora, pudo descubrir que la figura idéntica de su perro estaba formada por una maravillosa ilusión óptica que realizaron las flores que allí dejó días antes.
Una preciosa casualidad que se puede perfectamente tomar como una señal de Kosmo hacia su humano.
¡Nos encanta!