El manejo de la correa.

EL MANEJO DE LA CORREA.

Son muchas las personas que le prestan poca atención al manejo de la correa. Sin darnos cuenta transmitimos a nuestro perro señales que pueden desencadenar en problemas.

No solo se trata de que nuestro perro no tire de la correa al pasear, se trata de que la comunicación entre ambos sea relajada y tranquila y disfrutar juntos.

PROBLEMAS MÁS COMUNES.

Uno de los problemas más comunes es que tu perro tira de la correa. Esto hace que el paseo sea estresante para nosotros pero olvidamos que también lo es para nuestro perro aunque no lo parezca.

Nuestro compi aprende que para llegar a los sitios que más le gustan debe tirar y así lo hará. La peor parte viene cuando nosotros nos empeñamos en que no huela por ese sitio o tenemos tanta prisa que no se lo permitimos. Y si por lo menos consiguiéramos que no llegase, el perro aprendería a que por mucho que tire no llegara, pero el 90% de los casos nuestro perro llega a ese sitio y nosotros nos cabreamos.

La próxima vez nuestro perro tirará todavía más.

Otro problema también muy común es la relación que establece nuestro perro con el mundo que le rodea. Es un problema del que no solemos darnos cuenta y que es sumamente importante.

En este punto podemos hablar por ejemplo de perros reactivos hacia otros perros por miedo.

Tenemos un perro con miedo y cada vez que su dueño ve a otro perro la correa automáticamente se tensa. Estamos mandando a nuestro perro una señal clara de CUIDADO. Automáticamente nuestro perro hará todo lo posible por escapar de ese miedo. Su primera opción será huir pero nosotros no se lo permitimos. Al no poder escapar lo siguiente es “enfrentarse” a lo que tanto le asusta. Se pondrá a ladrar para que lo que le da miedo se aleje inmediatamente y así aprende que ladrando consigue su objetivo. Ya tenemos un perro reactivo.

Hay muchísimos más ejemplos pero consideramos que estos dos casos son los más importantes para comentar.

CONSEJOS PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN CON LA CORREA.

Primero. La propia correa.

Elije una buena correa. Nosotros somos muy fan de las correas a partir de los 2 metros. Lo ideal es tener una de paseo y otra más larga para perros que no obedecen a la llamada de su dueño (correa de 10 metros).

El motivo de elegir una correa más larga de lo normal es muy sencillo. Nuestro perro necesita distancias para sentirse cómodo y tenga cierta libertad de explorar el mundo que le rodea. Una correa de 2 metros le da margen de movimiento.

Prohibidas las correas “Flexi” y muy recomendable el uso de arnés.

Segundo. Olvida el junto.



Olvídate de los paseos donde tu perro debe caminar a tu lado. Realiza un paseo libre donde el perro se sienta relajado. Olvídate del Junto.

El ejercicio del junto durante todo el paseo es un ejercicio pesado tanto para ti como para tu compañero. A nuestro perro le gusta ver el mundo con su gran olfato y nosotros no se lo permitimos, le obligamos a obedecer una orden.

Además tú deberás ser muy constante con ello ya que si alguna vez por prisas no puedes practicarlo, tu perro volverá a las andadas.

En este post de Educan puedes encontrar más info.

Tercero. Cambia tu actitud.

Pasear con tu perro tiene un objetivo principal; TU PERRO.

Cuando salimos de paseo debemos centrarnos en nuestro perro. Si quieres que tu perro deje de tirar ya es hora de dejar el teléfono móvil en casa y ponerte a trabajar. Tu perro es lo principal, es su paseo, no el tuyo.

Hemos visto como muchos dueños mantenían la correa tensa incluso cuando sus perros estaban haciendo sus necesidades, ¡ponte en su lugar!.

Cuarto. Deja a tu perro explorar.

Deja que huela cada rincón. Que quiere pasarse 20 minutos oliendo algún árbol, déjale. Si quiere oler todos y cada uno de los árboles del camino, déjale.

Como hemos dicho antes, es su momento.

El olfato es la manera que tienen nuestros perros de explorar el mundo y además les encanta usarlo. Si dejamos que nuestro perro explore así su entorno, conseguiremos un perro relajado, tranquilo y muy feliz.

Para ello la correa que te mencionamos en el primer punto hace un papel muy importante aquí. Con ella le dejas libertad de movimiento a tu perro sin necesidad de tirones sin sentido.

Verás que cuando él se relaje tanto el uno como el otro disfrutareis juntos de un paseo fantástico.

CASOS PARTICULARES.

Perros reactivos.

Sabemos por experiencia que lo más complicado en estos casos es que el dueño se relaje y, por consiguiente, relaje la correa.

Debido a experiencias pasadas muchas de estas personas ya van inconscientemente predispuestas a que vuelva a ocurrir una situación desagradable.

Como consejo busca a un buen profesional que pueda guiarte y mientras tanto puedes poner en práctica algunas cosas muy sencillas:

Enseña a tu perro la orden de vamos. Primero con comida, indícale que cambie de dirección contigo. Este simple ejercicio te puede venir bien en caso de que veas a algún perro de lejos y quieras evitarlo. Trabaja este ejercicio sin estímulos alrededor para que tu perro aprenda bien.

Si ves un perro de lejos mantén la calma, nunca te pongas tenso. Lo más problemático que podría pasar es que tu perro reaccione y se ponga por ejemplo a ladrar. Pero recuerda que lo llevas atado, no pasará nada.

Aplica el ejercicio de vamos siempre con perros a distancia. Es importante que tu perro comprenda que ante un estímulo que le da miedo la solución no es ponerse como una fiera para alejarlo, la solución a su problema es ir contigo.

Nunca fuerces a tu perro a acercarse a otro que le de miedo. Esto solo empeora las cosas.
En cachorros.

Cuida siempre los perros con los que se junta. Nosotros somos más partidarios de que tu perro aprenda de otros perros tranquilos y equilibrados a meterle directamente en un “pipiCan” donde normalmente hay de todo menos equilibrio y tranquilidad.

Si un perro se acerca a conocer a tu cachorro relaja esa correa. Evita la tensión de esta incluso dejándola en el suelo. Si entre ellos interactúan de manera correcta conseguirás que tu cachorro aprenda que esa es la manera de relacionarse y que los otros perros no son malos.

Este último punto también es aplicable con perros adultos. Siempre debes vigilar el lenguaje corporal de ambos pero si interactúan de manera correcta, la tensión de la correa es absurda.



Esperamos que estos consejos os sirvan de ayuda para mejorar la vida con nuestros amigos perrunos y disfrutar de esos paseos ¡juntos!

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