Evitar que un perro ladre, es como querer evitar que una persona no hable en todo el día.
Por tanto, el ladrido es necesario para un perro, sin embargo, hay que enseñarle cuándo puede y cuando no puede ladrar.
Un perro que ladra de forma excesiva sin, aparentemente, justificación alguna, es que hay un problema.
Te enseñaré las causas que pueden llevar a que un perro ladre en exceso y cómo solucionarlo.
Por qué ladra un perro
El ladrido es un sistema de comunicación más complejo de lo que imaginamos.
Ladrar no es solo un aviso de alerta.
El perro ladra por diferentes razones: cuando está asustado, solo, sorprendido, enfadado, emocionado, etc.
En el ladrido utilizan diferentes tonos y duración para emitir su mensaje.
Por ejemplo, cuanto más grave sea el tono, más serio es el mensaje. Cuanto más agudo sea el ladrido más alegre es el mensaje. Aunque también utilizan el agudo para ladrar de forma lastimosa.
Por eso digo que el ladrido es más complejo de lo que uno piensa.
El espacio entre ladridos también se debe tener en cuenta.
Cuanto más rápida sea la sucesión de ladridos, más agresivo se sentirá el perro.
Causas del ladrido excesivo
Cuando el ladrido se vuelve excesivo, es que hay una causa que la origina.
El ladrido excesivo no solo es molesto para quien convive con el perro, sino con el resto de la comunidad de vecinos, que puede incluso interponer denuncia, por ello, saber las cusas es fundamental para dar con la solución.
Estas son las principales causas del ladrido excesivo:
Ladrido por inquietud: se da debido a sonidos, luces y/o sombras que provienen del exterior.
Ladrido por aburrimiento: se da cuando el perro está aburrido y apenas hace ejercicio desarrollando ansiedad.
Ladrido para llamar la atención: cuando un perro requiere de atención, el ladrido puede ser la forma que encuentre más eficaz.
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Soluciones al ladrido excesivo
Toda causa tiene su solución y aquí te damos algunas pistas.
Ladrido por inquietud
Hay perros en el que cualquier sonido del exterior, cualquier sombra o luz es motivo de ladrido para alertar sobre un posible peligro.
Suele darse en perros con un instinto de alerta acusado, por eso, la mejor solución es evitar en la medida de lo posible la entrada de estos estímulos externos.
Cerrar las ventanas, poner música dentro de casa o encender la televisión hará que el perro pierda el foco en los estímulos que llegan del exterior.
Ladrido por aburrimiento
La falta de ejercicio físico o incluso la poca estimulación mental puede llevar al perro a desarrollar ansiedad.
Esa ansiedad puede ser quemada de diferentes formas: orinando por casa, destrozando mobiliario o ladrando en exceso.
Procura que tu perro haga la actividad física suficiente diaria y no olvides estimularlo mentalmente.
Para ello nada mejor que los juguetes interactivos o los juegos de encontrar cosas en casa.
Cuanto más enérgico sea el perro, más actividad física va a necesitar.
Ladrido para llamar la atención
Hay perros que quieren tu atención.
Si ladra y tú le regañas le estás prestando atención por lo cual refuerzas ese comportamiento.
Entonces, creyendo que estás cortando ese ladrido, estás consiguiendo lo contrario: reforzarlo.
¿Cómo solucionar esta pescadilla que se muerde la cola?
En primer lugar haz todo lo contrario. Ignora sus ladridos para que no tenga tu atención.
Ten a mano premios para darle en forma de chuches, de forma que cuando el perro pare de ladrar, le des ese premio.
De lo que se trata es de que tu perro asocie estar callado con un premio.
Hazlo de forma gradual. Es decir, al principio hazlo cuando se detenga, pero poco a poco espera a que los espacios entre ladridos cada vez sean más largos.
Une a este ejercicio de educación, que cada vez que ladre, tú te alejes del perro.
Si asocia que el ladrido trae como consecuencia algo negativo como que tú te alejes de él y el estar callado trae algo positivo como una chuches, aprenderá de forma más rápida y eficaz.
Te llevará algo de tiempo, pero con paciencia y constancia conseguirás grandes resultados.
No se trata de evitar que tu perro ladre, se trata de controlar el nivel de ladridos.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”