Antes de pasar a analizar el ladrido como problema, no debemos olvidar que ladrar y aullar es un método de lenguaje (como el gestual de su cola, orejas y cuerpo) natural para el perro y en ciertos casos no podemos controlarlo totalmente, así que yo os aconsejo que en ciertas ocasiones permitáis a vuestros perros expresar su alegría con ladridos si no molestan a otras personas...Hay perros que de forma instintiva ladran para avisarnos de ciertos peligros: existen perros de asistencia que están entrenados para ladrar cuando a un enfermo de diabetes le va a dar una bajada de azúcar; algunos ladran si detectan escapes de gas, un perro conocido mío ladra y avisa cuando a su "dueño niño" le dan ataques epilépticos (y no ha sido entrenado para ello), los perros de rescate ladran cuando encuentran personas, etc.
Como verás hay un gran número de ocasiones en las que un perro puede ladrar para ayudarnos, así que piensa cuándo y cuánto quieres restringir "la voz" de tu perro y su comunicación contigo.
¡No volváis a vuestros perros mudos!
EL PROBLEMA: ¿CUÁNDO Y POR QUÉ LADRA?
Antes de poder aplicar unas pautas para resolver un problema, debemos averiguar en qué casos y con qué finalidad ladra un perro, porque la forma en que trataremos el problema no será igual si le ladra a un desconocido desde la ventana, que si aulla cuando está triste (o solo), que cuando ladra porque está contento o eufórico.
"Ladra o aulla cuando le dejo solo en casa"
Suele tratarse de temas de ansiedad por separación y es mejor tratar ese problema en concreto. Para minimizar el ladrido o aullido cuando no estás, lo mejor es dejarle juguetes para que esté entretenido y seguir unas pautas para controlar la mencionada ansiedad.
"Ladra cuando ve a desconocidos", ya sea por la ventana, en la puerta (si los oye) o por la calle.
En este caso su motivación es echar al desconocido y alejarlo, sus ladridos son un aviso y un "vete ya". El remedio es entrenar justo lo contrario, para lo cual necesitarás la colaboración de vecinos o conocidos que provoquen el ladrido del perro. En este caso, siempre que ladre, la persona no se alejará, incluso puede acercarse más al perro. Cuando el perro deje de ladrar (paciencia, que lo hará cuando vea que no consigue lo que quiere) la persona se aleja y el perro es premiado.
"Ladra a otros perros", en la calle y/o desde casa.
En este caso hay que distinguir por qué los ladra ¿es porque tiene miedo? ¿quiere alejarlos del dueño? ¿o ladra de alegría porque quiere jugar o llamar su atención? Cada una de estas preguntas son un problema independiente y se deben tratar por separado:
-Tiene miedo: lo que quiere es que el otro perro se aleje de él, por tanto tendremos que evitar que el otro perro se aleje hasta que el nuestro haya dejado de ladrar. Es importante controlar esta conducta cuando es por miedo, porque puede desencadenar a la larga en agresividad (se tira a morder directamente).
-Quiere proteger al dueño: este es un tema peligroso si no lo controlamos, ya que un perro que ha aprendido que "su labor" es la de proteger a su dueño ("ningún otro perro se le puede acercar") hará que por extensión, ningún perro se le acerque a él, lo cual convertirá a nuestro perro en uno antisocial y puede desembocar en agresividad. Como en el caso anterior hay que hacer lo contrario de lo que el perro quiere conseguir: sujetaremos a nuestro perro, sin hablarle ni acariciarle, mientras el otro perro se acerca a saludarnos. Una vez nuestro perro ladrador se calme, podremos acariciarle, hablarle y premiarle.
-Está contento o quiere jugar: En este caso la mejor pauta que puedo darte es que no lo sueltes para jugar o no dejes que se acerque a saludar a otros perros mientras esté en este estado. Deberás esperar a que se calme y entonces sí, dejarle jugar y saludar de forma más calmada. No le retengas con tirones de la correa, sobretodo si es cachorro, es preferible sujetarle con una mano en el pecho, agachados a su lado, pero sin hablarle ni acariciarle, tan solo reteniéndole hasta que se calme. Si se trata de un cachorro o perro joven muy activo, habrá que tener mucha paciencia y notaremos la mejoría pasados varios días o incluso semanas.
"Ladra a objetos u otros animales"
En este caso, como en el anterior hay que distinguir si ladra por miedo (por ejemplo, ladra a las bicicletas) o para avisarnos (mi perra ladra a los insectos cuando entran en casa).
-Ladra por miedo: pueden tener miedo (o tal vez no miedo pero es algo que quieren alejar ladrando) a muchos objetos, desde coches, bicicletas o incluso ladrar al timbre. Se trata igual que en el caso descrito más arriba, exponiendo al perro al objeto que provoca el ladrido y cuando deje de ladrar alejar el objeto y premiarle.
-Ladra para avisarnos: es importante distinguir si es realmente un aviso o solo quiere atención. Si es un aviso yo no haría nada para corregirlo. A veces es difícil distinguir el miedo del aviso y habrá que analizarlo bien (por ejemplo: ¿ladra a la puerta por miedo a los extraños, por miedo al sonido del timbre o para avisarnos de que viene alguien?)
"Ladra para que le haga caso"
Este tipo de ladrido se da en cualquier ocasión, el perro simplemente nos está llamando: "oye, hazme caso" o "venga, dame eso" (qué molesto es el ladrido de un caniche consentido ¿verdad?). La pauta en este caso es bastante clara: no hacer lo que el perro quiere, es decir, si ladra para que le demos algo, no se lo damos, si ladra para que le hagamos caso, simplemente no le miramos, no le hablamos ni le tocamos. ¡Cuidado con las sonrisas! el perro nos verá y lo tomará como una muestra de atención y por tanto estaremos reforzando su ladrido. Cuando deje de ladrar, contamos hasta 3-5 segundos y entonces ya podemos hacerle caso o darle lo que quería (el tiempo de espera debe ir aumentando conforme trabajemos este comportamiento).
EL MEJOR REMEDIO
El mejor remedio para que tu perro no ladre, o ladre sólo cuando tú se lo pidas en adiestrarlo para tal fin. En este caso lo que haremos será, igual que cuando le enseñamos a sentarse, asignarle una palabra o gesto cuando ladre, premiando cuando lo haga si se lo pedimos, pero sin reforzar de ninguna manera (mira la entrada sobre premios y castigos) cuando ladre o aulle sin que se lo pidamos. De esta forma el perro aprenderá, igual que con otros ejercicios, que cuando le pedimos "ladra" o "habla" ("canta" o lo que queramos) recibe un premio, pero que si lo hace por cuenta propia no nos gusta (no recibe premio y además le ignoramos o dejamos de entrenar con él). Con algo de tiempo el comportamiento mejorará considerablemente.
Si te ves con ánimos y a tu perro bien dispuesto, puedes incluso entrenar la orden "calla" para interrumpir la orden de "habla" (si aúlla por ejemplo), que te será muy útil para hacerlo callar en otras ocasiones.
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Fotos: Daniel Piil, Liftarn, Rcaa.