Hablaba una mujer, entrevistada por otra mujer de una web fantástica (ya os comentaremos cual es en nuestra serie de recomendaciones semanales) que había consagrado su vida a su negocio de flores.
Es probable que alguna de vosotras la habréis escuchado y ya sabréis de cual os hablamos...
La realidad es que escuchándola nos sentimos plenamente reflejadas e identificadas con ella, ya no solo por lo que significa embarcarte en emprender un sueño, cosa bien difícil en estos tiempos que corren, si no también por la entrega, la devoción y el amor íntegro que se despierta dentro de tí cuando haces lo que te gusta...
En su caso, sobre todo, era poder abrir las cajas de las flores que reciben cada día bien temprano, para poder darles forma, el ver tanta belleza y poder disfrutarla, olerla y tocarla le daba sentido a su vida y a sus creaciones y le motivaba para continuar a pesar de las dificultades...
En nuestro caso son las telas las que despiertan ese pequeño revoloteo en el estómago. Esa sensación tan fantástica que provoca la textura del algodón, su suavidad, la visión de los colores siempre tan sorprendentes, de las ilustraciones, como aprovechar los dibujos al máximo para sacarles toda su esencia y su belleza.
Son esas pequeñas pasiones que te motivan en la vida y hacen que todo tenga más sentido, difíciles de explicar pero que todos en alguna manera compartimos a nuestra manera en nuestro pequeño mundo.
Imágenes que nos inspiran, nos emulan, nos motivan y nos mueven por dentro...
INSPIRACIÓN...
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