Lo recomendable es que cuando se lleve a cabo este deporte las aguas sean tranquilas y sin mucha profundidad para la tranquilidad de nuestros perros, como lagos o piscinas. Podemos comenzar lanzándoles un juguete al agua para que intente alcanzarlo traspasando recorridos cortos según va nadando. Pero no debemos olvidar que el perro puede sentirse inseguro o con miedo, para evitar este problema existen los chalecos salvavidas o la compañía de otro perro experto en natación.
Por otra parte, no debemos soltar la correa ni alejarnos de nuestro perro hasta que no haya aprendido bien los diferentes estilos de natación, ya que, cualquier trauma puede ocasionar una indisposición a aprender. La natación puede ayudar a nuestros perros a fortalecer sus músculos, recuperarse de lesiones severas y rehabilitarse de algunas enfermedades como la displasia de cadera o de codo.
¿Alguna vez su perro a practicado la natación?
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