He encontrado muchos casos de personas que no saben que el adiestramiento canino está al alcance de su mano, que cualquiera puede educar a su perro si quiere hacerlo, sólo necesita un poco de información y muchas ganas de pasar tiempo con su fiel mascota, ayudándola a ser la mejor. Pero también encuentro a personas que simplemente no quieren adiestrar a sus perros.
¿Por qué sucede esto? Son personas que consideran que “no es tan malo”. Su perro es dulce y cariñoso y está siempre con su dueño, mirándolo con ojos tiernos, siendo el más fiel y el más dependiente, así que no es tan malo que se orine en las esquinas, que ladre como un loco cuando oye un ruido, que gruña a las visitas o pida comida a la mesa. Algunos dicen que no pasa nada, otros que es normal, otros ponen excusas como “es un perro miedoso” o “tiene mucho carácter”. Estas personas no comprenden las ventajas del adiestramiento canino.
¿Qué ventajas? Bueno, primero quiero hablar de las desventajas de no educar a tu perro. Un perro miedoso puede volverse agresivo; si rehúye de las visitas, si se esconde cuando ve un desconocido, o incluso si ladra y enseña los dientes con el rabo entre las piernas, todo esto son señales de que puede atacar para apartar aquello que lo está asustando. Un perro dominante, por lo mismo, puede morder si no consigue lo que quiere. Un perro destructivo puede acabar por hacerte gastar un dineral reponiendo muebles. La orina de tu perro en el pasillo puede hacerte resbalar un día en que no lo veas, y hacerte mucho daño.
Todo, absolutamente todo esto puede arreglarse con un poco adiestramiento canino. Todos los problemas se solucionan con una educación adecuada. Mediante el entrenamiento de tu perro le permitirá ser el mejor amigo que puedas desear, mejor de lo que ya es. Adiestrando a tu fiel mascota ya no habrá miedo ni gruñidos ni ladridos a altas horas de la noche, ni orina en las esquinas, ni muebles mordidos, ni súplicas en la mesa. Tu perro será saludable, tranquilo, sin perder en absoluto todo aquello que amas de él: su ternura, su actitud juguetona, su fidelidad.
Por supuesto, el adiestramiento canino no se hace solo. Vas a tener que esforzarte, poner unas bases en las que asentar la educación de tu perro. ¿Puede subir al sofá? ¿Puede dormir contigo? Asegura lo que quieres y lo que no quieres de él, y enséñale en consecuencia. Toma diez minutos al día enseñándole trucos, lo que reforzará su confianza en ti, y a partir de ahí hazle saber lo que está bien y lo que está mal. El perro modélico no es difícil de alcanzar, sólo tienes que querer conseguirlo.
Si quieres más información sobre el adiestramiento canino, entra aquí:
http://perro-obediente.com/mis-consejos.html
Marcos Mendoza