@petitbacon
El año pasado fueron más de 104.500 perros los que fueron recogidos de las calles sin saber si estaban perdidos o abandonados. Muchísimos, ¿verdad? El único punto positivo es que la cifra de abandonos se reduce ligeramente cada año, ¡pero no debería haber ninguno!
De esos más de 104.500 perros, el 10% fueron sacrificados. Sacrificados porque nadie quiso darles una segunda oportunidad y los centros están tan colapsados que las instituciones deciden poner fecha límite de adopción. ¡A ver si algún día cambia esto! ¿Quienes somos nosotros para quitarle la vida a un animal simplemente porque nadie lo quiere?
Un 14% de esos perros aún permanecían en las instalaciones esperando una segunda oportunidad. El 20% fueron perros extraviados que, afortunadamente, eran devueltos a sus propietarios (¡gracias al microchip!) y un 44% fueron adoptados de nuevo. ¡Una gran noticia!
Pero, ¿por qué razón son abandonados los perros? El estudio ha demostrado que las razones son variadas y a todos nos suenan mucho: Un 15% eran abandonados por las malas conductas del perro. Conductas que se podrían evitar si los propietarios se preocuparan en aprender a educar a un perro.
Otro 15% fueron cachorros de camadas indeseadas. ¡Qué importante es la esterilización!
Un 12% fue debido a problemas económicos: sí, los perros suponen un gasto (hay que alimentarlos, llevarlos al veterinario, etc.)
Un 10% fue al finalizar la temporada de caza (que digo yo: ¿no se podría llevar un registro de perros de cazadores y empezar a multar y castigar de forma seria este cobarde acto?)
Y un 9% fue debido a una mudanza, lo típico, te cambias de casa, allí no permiten animales, y lo fácil es abandonar al perro. Llama la atención que de los perros abandonados, un 81% son perros de raza mestiza y tan solo un 19% son perros de raza, como si los perros mestizos fueran perros de segunda. ¡Terrible!
¿Qué reflexión sacamos de estos datos?
Tener un perro supone una responsabilidad y un compromiso con un ser vivo que sufre como nosotros. Antes de adoptar, se deben valorar varias opciones: ¿puedo económicamente tenerlo?, ¿tendré tiempo para estar con él?, ¿me preocuparé de educarlo?…
Hay que esterilizar. No debemos hacer criar por criar. Esterilizando mejoramos la calidad de vida de nuestros perros y la alargamos. Criar debería estar reservado única y exclusivamente para criadores profesionales (no particulares). Desmitifiquemos aquello de que las perras deben criar por lo menos una vez en la vida… ¡es falso!
Hay que valorar si económicamente puedes adoptar un perro, no hablo de comprar, de pagar por él, hablo de cubrir todas sus necesidades: vacunas, imprevistos veterinarios, operaciones, alimentación, accesorios, etc.
Las instituciones deben ser más duros con el abandono animal. Si hay impunidad, seguiremos encontrándonos cachorros en contenedores de basura, perros adultos, enfermos o ancianos perdidos y desorientados porque alguien los dejó en un sitio lejano de su hogar para que no volviera, o atados a las puertas de protectoras… Porque, por desgracia, los seres humanos reaccionamos con multas o castigos, no mirando a los ojos de ese ser vivo que te ha dado lo mejor de él el tiempo que ha estado contigo.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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