Una larga historia
Los orígenes de este can se remontan a la época de la expansión del Imperio romano. Las legiones se dividieron por todo el Imperio para salvaguardarlo. Los soldados llevaban consigo grandes rebaños de ganado, fundamentalmente ovino, y para su custodia y organización les acompañaban perros de tipo moloso originarios del Tibet, que serían los antecesores de los actuales Mastines Tibetanos, Napolitanos, etc.A raíz de las conquistas del Imperio, los perros llevados por los romanos a los países invadidos fueron cruzándose con los canes autóctonos de cada región dando como resultado nuevas razas. Una de las rutas utilizadas por los legionarios llevaba a la ciudad alemana de Rottweil, que por aquellos entonces era un importante núcleo en la compraventa de ganado. Este hecho hacía que los ganaderos entraran y saliesen constantemente de la ciudad. Acompañándoles siempre en sus desplazamientos, llevaban perros grandes y fuertes, que eran capaces de defender a las reses de cuatreros, alimañas, etc. Estos perros estaban tan bien dotados y adiestrados, que los dueños depositaban el dinero recaudado con las ventas en los collares de sus fieles guardianes.
No se sabe con certeza si el Rottwiler como tal aparece por acción del hombre o por cruces producto del azar de los molosos tibetanos, perros autóctonos y razas con el Bullembeiser. La verdad es que con el paso del tiempo la raza se fue consolidando y se la empezó a conocer como 'Rottweiler Metzgerhund', que en alemán quería decir 'perro de los carniceros de Rottweiler'. Finalmente se le llamó Rottweiler, y las labores para las que se ha utilizado a lo largo de los años han sido variadas. Desde perro de pastoreo, a perro guardián, este poderoso animal ha servido también para la caza y arrastre de carros.
Un físico privilegiado
El Rottweiler es un perro de cuerpo sólido, negro con manchas de color fuego (cobrizo) claramente definidas. De cuerpo muy musculoso y de talla superior a la media no es ni pesado ni ligero, ni alto ni menudo. Su estatura evoca fuerza, flexibilidad y resistencia. Su comportamiento inspira seguridad: es poco nervioso y valiente. Su mirada tranquila descubre bondad natural. A pesar de tener un aspecto general imponente no acusa falta de nobleza. Es un fiel vigilante de sus dueños y de las propiedades de estos.
Su cabeza es de longitud mediana, cráneo ancho entre las orejas. El occipital debe estar bien desarrollado. Idéntica longitud desde la trufa al ángulo interno del ojo que desde este último al hueso occipital. La cabeza no debe tener arrugas, debe ser lisa, sin embargo pueden aparecer arrugas cuando el perro está en posición de alerta.
Sus labios son siempre negros y firmes. Las comisuras labiales fuertemente apretadas. El pigmento interior de la boca es oscuro. En los animales viejos, el oscuro de la encías se vuelve más claro, pero nunca de color rosa.
El hocico tiene un puente recto, amplio en su base. La trufa, bien formada, de color negro, es más ancha que redonda.
Sus ojos son de tamaño mediano, almendrados, con párpados bien ajustados. El iris de color uniforme desde castaño mediano hasta oscuro, siendo siempre la tonalidad más oscura la preferida.
Las orejas son colgantes, proporcionalmente pequeñas, de forma triangular. Están bien asentadas en el cráneo de forma que lo hagan parecer más ancho cuando el perro está en estado de alerta. La oreja termina aproximadamente en la mitad de la mejilla. En posición correcta el reborde se apoyará firmemente contra la mejilla.
Conocerlo es quererlo
Cuando una persona decide tener un Rottweiler como mascota, debe tener en cuenta algunos consejos útiles para la convivencia. No se puede negar que es un perro especial y, por ello, deberemos tener muy claro cómo enfrentarnos a su educación.La mayoría de los problemas de comportamiento que padecen estos perros y que les han hecho tan temidos, se deben principalmente a problemas de socialización. Para conseguir que la socialización de nuestro Rottweiler sea adecuada, es necesario atender a actividades como el cepillado, la alimentación, el baño, practicar el trato cariñoso y pasearlo con frecuencia.
Este perro debe contar con un alojamiento amplio y no es necesario que cuente con muchas comodidades, ya que su fuerza física le hace soportar muy bien las adversidades físicas. Su alimentación debe ser con pienso seco preferiblemente y se deben controlar las horas y cantidad de comida para evitar perros obesos. El ejercicio diario ayudará también a mantener en forma su fuerte musculatura.
Debemos ser conscientes de que este perro no representa un peligro ya que bien educado es como cualquier otro perro. No existen demasiadas razas con la fuerza física y mental del Rottweiler, y es esto lo que le convierte en un perro que requiere un trato firme. Es decir, más que un amo-amigo, necesita un amo-jefe. Si se le educa de esta forma, los dueños podrán contar con la compañía de una mascota de una nobleza infinita ideal para cualquier familia.