Y aunque muchas veces ocurren casos hermosos en el que las mascotas pueden rehacer su vida en otro hogar, hay quienes se aferran a estar juntas más allá de la muerte.
De acuerdo con CNN, una perrita mezcla Shish Tzu llamada Emma fue sacrificada en Estados Unidos para cumplir la última voluntad de su dueña: ser enterrada junto a su mascota.
Tras la muerte de la mujer, la perrita fue encargada en el Refugio de Animales del Condado de Chesterfield, en California y permaneció ahí por dos semanas, durante las cuales, las autoridades del lugar intentaron convencer a la albacea de no sacrificar a la perrita, pero fue imposible.
“En varias ocasiones sugerimos que podrían entregar a la perra, porque es una perra sana a la que fácilmente le podemos encontrar un nuevo hogar”, dijo Carrie Jones, gerente de la Oficina de Animales de Chesterfield, a un medio afiliado de CNN.
Finalmente, la perrita fue llevada a un veterinario para que se le practicara la eutanasia. Ahora las cenizas de Emma y su dueña, descansan juntas.