Es el caso de este perro y sucedió en Turquía, a quien se ve que el concierto de una banda de música la estaba gustando, porque ni corto ni perezoso, apareció en el escenario y se tumbó frente a los espectadores del concierto, con total tranquilidad.
El perro se ganó la simpatía del público que no dudó en aplaudirle y reir a carcajadas ante tal actitud espontánea.
La profesionalidad de los músicos no se puso en duda, puesto que se lo tomaron también con mucho humor.
Una cosa no se puede discutir, y es que el perro disfrutó del concierto de música clásica y es que ya lo confirmó un estudio: la música tiene efectos relajantes en los perros.