Las hemorragias en los perros. Cuándo un perro tiene una hemorragia, estás deben ser controladas de la mejor forma posible. Existen tres tipos de vendajes para hemorragias, el primero es por compresión, el segundo es por vendaje y el tercero es por torniquete.
Vendaje de Ehmer: se trata de un cabestrillo que impide el apoyo de la extremidad posterior y mantiene sujeta la parte proximal de dicho miembro. Está indicado en fracturas de cadera, prótesis, fracturas de cabeza y cuello femoral, luxaciones coxofemorales y fracturas de fémur.
Por compresión:
Cuándo es por compresión, se debe mantener el área completamente presionada con n troco de gasa limpia. Debes sostenerlo durante al menos cinco minutos y después levantar lentamente la presión.
En caso de que siga sangrando, asegúrate de revisar la presión que ejerces sobre él y las vendas. Cambia el vendeja durante una hora, sin embargo, si después de esa hora todo sigue igual, acude a tu veterinario.
Vendaje de Velpeau: se trata de un cabestrillo que impide el apoyo de la extremidad anterior y mantiene sujeta su parte proximal. Está indicado en fracturas de escápula, de cavidad glenoidea, subluxaciones y luxaciones de hombro y fracturas de húmero.
Torniquete:
Las lesiones están acompañadas de una salida de sangre más grande debe ser selladas con un pequeño torniquete. Siempre que no sepas muy bien cómo hacerlo, la mejor forma de detener una hemorragia es por este método. El torniquete de un perro debe estar entre la lesión y el corazón para evitar que la sangre siga saliendo del cuerpo.
apriete lo suficiente como para controlar la hemorragia y libere el torniquete levemente cada 15 minutos hasta constatar su detención. Luego lleve a su mascota inmediatamente a su Médico Veterinario.
En los vendajes, estos deben estar firmes y nunca muy apretados. Si lo aprietas demasiado, esto puede hacer que el flujo de sangre se altere y que no pueda curarse bien o al soltarlo sangre de más. Recuerda limpiar bien la zona con un antiséptico y con agua tibia.
Vendaje de Robert-Jones: inmoviliza tanto el miembro anterior como el posterior y su tamaño y dimensión variará dependiendo de la zona. Es imprescindible que llegue distalmente hasta el final de la extremidad, dejando a la vista la última falange del tercer y cuarto dedo a fin de comprobar día a día que no está demasiado apretado y comprometiendo la circulación. Lo peculiar del Robert-Jones son los estribos o tirantes de esparadrapo pegados directamente a la piel de proximal a distal y que vueltos de nuevo hacia arriba consiguen que el vendaje no se vaya cayendo.
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