1. Cepillarles antes del baño: el pelo mojado se enreda con más facilidad que el seco y es más difícil de peinar.
2. Frecuencia de peinado: esto dependerá del tipo de pelo (rizado o liso) y de su longitud (largo o corto), pero como mínimo, hay que cepillarles dos veces a la semana. En el caso de que tengan el pelo largo, es recomendable hacerlo a diario, ya que es más propenso a que se formen nudos.
3. Tipo de cepillo: los canes de pelo largo necesitan un cepillo de púas largas, anchas y rígidas. Los más adecuados son los de goma, puesto que ayudan a quitar el polvo y la suciedad.
4. Jabones: la piel es la fuente de alimentación del pelo. Por eso, hay que usar jabones que hidraten y nutran el cuero cabelludo y que prevengan posibles infecciones. Podemos optar por champús naturales que contengan avena, trigo o aceites naturales.
5. Cuándo bañarles: lo habitual es hacerlo cada tres semanas, aunque dependerá del tipo de pelo de cada perro. En algunos, para no perder la textura natural de su pelaje, habrá que hacerlo de manera más espaciada.
6. Cortar el pelo: alternar cortes en casa con visitas a la peluquería. Además, hay que recortar el pelo de la zona de los ojos para que no le dañe la córnea.
7. Alimentos que cuidan el pelo: el salmón, el atún o el aceite de las sardinas enlatadas pueden ayudar a aumentar el brillo y a reducir la caspa. Sin embargo, antes de incluirlos en la comida de nuestros perros, hay que consultarlo con el veterinario.
Ahora que ya conocéis todos estos consejos, ¡no dudéis en aplicarlos! Conseguiréis que el pelo de vuestro perro esté más brillante y bonito que nunca.
Fuentes:
Animalcity.es
Bekia Mascotas
Eroski