Los amantes de las mascotas saben lo complicado que es hacer que dos o más perros mantengan el orden suficiente dentro de una casa. Vamos a analizar las diferentes situaciones que pueden darse si decidimos aumentar el cupo de animales en nuestro hogar.
Conductas celosas
La agresividad es el principal escollo si tenemos en casa dos canes del mismo sexo. La relación que mantendrán se guiará por unas pautas que ellos mismos dictarán desde un principio. En nuestro papel de dueño, no podemos más que respetarlo y no involucrarnos, si no, aparecerán conductas celosas e incluso violentas.Si los animales con los que se cuenta dentro de la casa son perros de sexo contrario, la convivencia está prácticamente asegurada. El problema podrá darse en el caso de que encontremos variaciones en el orden jerárquico como, por ejemplo, cuando tengamos una hembra adulta e introduzcamos un cachorro macho. En estos casos, la hembra mantendrá su liderazgo.
Lo que puede llegar a preocuparnos es la posibilidad de que la perra se quede embarazada. Debemos tomar medidas para el control de la natalidad y, si optamos por el parto, tendremos que estar pendientes del cuidado de la perra y del asilo de los cachorros una vez que éstos nazcan.
Una jauría en casa
Especial atención merece el caso de la tenencia de tres o más perros juntos. Toda aglomeración implica una pérdida de bienestar para el animal. Algunas personas, con un sentido equivocado de la protección, recogen y mantienen un alto número de perros en condiciones insoportables para los animales, con deficiencias incluso alimentarias.La buena voluntad no es suficiente para ofrecer bienestar al perro. Es preciso crear las condiciones propias de su especie, con un espacio para desarrollar su energía y otro para establecer sus distancias sociales.