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El ministro australiano de Pesca, Ken Baston, confirmó el éxito de la operación. "Aunque, por supuesto, nunca se sabrá si alguno de los tiburones capturados causó daños a una persona, el Gobierno siempre considerará la vida humana más valiosa", dijo el funcionario, según el canal SkyNews.
Sin embargo, hay muchos políticos de la oposición que critican este programa, entre otras cosas porque el Gobierno no ha ofrecido ninguna evidencia científica de la eficacia de esta medida. Por su parte, los científicos se unen a las críticas y señalan que entre las especies marinas capturadas no hay ningún tiburón blanco, que son precisamente los que suelen atacar a los humanos. Sin embargo, ?aseguran los expertos? han capturado y matado tiburones tigre y tiburones mako que, afirman, han atacado a personas en menor medida.
A pesar de las críticas, Australia planea obtener un permiso para ampliar su programa de captura de tiburones para los siguientes tres años. Las autoridades argumentan que la costa occidental de Australia está considerada como una de las más peligrosas en el mundo. El último caso de un ataque de tiburón se registró en Adelaida el pasado 8 de febrero.