Entre maullidos y ladridos nos podemos volver locos.
Los gatos creen que, dónde viven, es su casa y que los humanos son sus compañeros de hogar, un hogar que les pertenece. Por eso es tan importante que los dueños de animales de compañía sepan establecer límites para que las ‘conversaciones’ que mantienen con sus dueños vayan por los cauces normales y no atronen a ningún habitante de la casa. Siguiendo estos consejos la convivencia entre mascotas y humanos será más apacible.
Consejos para perros
Sacarlo regularmente para que haga ejercicio es muy beneficioso pues gastará sus energías y se mostrará más tranquilo el resto del día.Darle un juguete impregnado con nuestro olor le relajará en nuestra ausencia.
Disfrazar los ruidos del exterior con el sonido constante de un ventilador o música tranquila a un volumen normal
En ocasiones, su perro solo está pidiendo un poco de atención. Hacerle caso, halagándole, o haciéndole una carantoña será suficiente para que los ladridos se posterguen. Si insiste en su actitud y, con los cariños no cesa en su comportamiento darle la espalda y marcharse le hará entender que está haciendo algo mal. Previamente se puede hacer ruido con una campanilla, antecediendo a su marcha. El perro asociara en lo sucesivo el tintineo con su huída inminente.
Si el perro atiende y hace caso, premiarle con caricias. Entenderá que es su premio por no armar escándalo.
Darle un juguete para que mastique si nos vamos de la casa hará que enfoque sus energías en mordisquear el muñeco, en vez de ladrar.
Consejos para gatos
Hay gatos que son incapaces de decidir si quieren entrar o salir de una habitación y, mientras dura la indecisión, maullarán sin descanso. Lo mejor para estos casos es que el gato contara con una puerta específicamente para él. Pueden encontrarse en las tiendas de mascotas.Darle la comida a horas regulares (y solo a horas regulares) le hará entender que existe una rutina.
Los maullidos insistentes suelen ser un reclamo de atención. Mimarlo con dedicación, jugar con él, acariciarlo, o incluso llevarle de paseo le resarcirá.
Aunque la mayoría de los gatos dejan de maullar una vez que han conseguido lo que querían, otros no callan nunca. En esos casos lo mejor es no hacerle caso y esperar a que se canse, para no malacostumbrarle.
Premiar al gato cuando guarda silencio es tan importante como no hacerle caso cuando maúlla. Unas caricias o una sesión de juegos le encantará y le hará entender que si se porta bien y no maúlla en exceso tendrá más recompensas.