El Pastor Alemań es un animal fuerte, ágil, muy musculado y lleno de vida. Debe ser y parecer bien equilibrado, más largo que alto, de cuerpo profundo y con un contorno de curvas suaves. La altura de los machos oscila entre los 60 y los 65 centímetros y la de las hembras entre 55 y 60.
En cuanto al peso del Pastor Alemán, los machos deberán estar entre los 35 kg. y los 40 kg. y las hembras entre 25 kg. y 30 kg. La forma ligeramente alargada se corresponde perfectamente a su naturaleza de trotador muy resistente. Tiene una estructura enjuta, robusta y muy musculosa, con una expresión que debe denotar gran inteligencia, vivacidad y temperamento.
Más en detalle, la cabeza del Pastor Alemán no debe aparentar nunca desproporción o un excesivo peso; debe tener el hocico muy potente, provisto de robusta mandíbula. Las orejas, triangulares y erectas, son de inserción alta y cuando el perro está atento, las mueve hacia adelante. Los ojos son ligeramente almendrados y de color oscuro.
Su tronco es alargado y posee un tórax bien desarrollado, adecuado para garantizar una buena oxigenación durante los esfuerzos prolongados, con una línea superior bien recta que concuerda con una grupa larga y ligeramente caída. Cola con denso pelo y de buena longitud. Los ángulos de las partes anterior y posterior, deben ser bien marcados con hombros oblicuos y muslos anchos y musculosos. Esta constitución, con ángulos bastante cerrados le permite al perro, en sus desplazamientos, cubrir mucho espacio, es decir, tener un gran impulso de la parte posterior y un gran avance de la anterior.
Por último, durante los desplazamientos, la línea superior no debe parecer nunca débil o, peor aún, caída, sino formar una unidad entre la cabeza, llevada hacia adelante y la cola, mantenida muy alta, en posición casi horizontal.
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Imagen: dsc828 / Flickr.