Zara, Chispa, Otto y yo fuimos a casa de los papis a pasar el fin de semana para descansar y por supuesto para pasárnoslo muy bien. Zara no perdió el tiempo en andurrear por las plantas, jugar con las moscas y llevarse por primera vez el picotazo de una avispa; la pobre llevó su minúscula almohadilla como un guante de cocina toda la tarde. Aún así, lo pasó en grande y para muestra un botón este vídeo tan tierno y lleno de mordisquitos con Chispi.
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