Para prevenir más de un problema, dedica unos minutos a su pelaje, ojos, orejas, dientes y aparato digestivo.
Baño
Aunque sea difícil convencerle para que pase por la ducha, puedes estar seguro que cada vez te costará menos lograrlo.
Eso sí, antes del baño cepillale bien para eliminar todo resto de suciedad y facilitar la acción del champú.
En el caso de los gatos, el baño es fundamental, al menos, dos veces al año, para acabar con la suciedad que su higiene diaria no ha eliminado.
Si rehuye el agua, existen productos de lavado en seco. En cambio, no es raro que el aire del secador seduzca al gato más arisco.
Boca
Las razas caninas pequeñas son más propensas a padecer este tipo de problemas.
Si convives con un gato, límpiale los dientes una vez por semana con un cepillo de cerdas suaves y crema dental específica o, simplemente, con agua ligeramente salada.
La dieta es otro aspecto a tener en cuenta; es mejor el alimento natural y casero que el procesado industrial.
Cepillado
Si no puedes dedicarle tanto tiempo, coge el cepillo cuando puedas para evitar que se le formen nudos o, en el caso de los gatos, que ingiera demasiado pelo.
Orejas
Limpia el pabellón auricular con un algodón o gasa humedecida en la solución limpiadora para eliminar los restos de cera. Si tiene ácaros, debe sacudir al veterinario.
Ojos
Uñas
En la parte rosada se encuentran los nervios y los vasos sanguíneos, que no se deben cortar, cuidado.
Parásitos internos
Para evitarlos, añade un medicamento preventivo a su plato de comida cada 4 meses. Y, al acabar, no olvides lavarte las manos con gel hidroalcohólico o un jabón con efecto bactericida.Imágenes | Depositphotos