Cómo reconocer los síntomas de la gripe
La temporada de otoño e invierno es el punto de incidencia en el que se produce un incremento temporal de los diagnósticos de la gripe felina. Además es muy importante recordar que la gripe felina no se contagia a los humanos, tampoco a los perros. Además, ante los primeros síntomas de la enfermedad debes acudir al veterinario para pedir diagnóstico, ya que si la enfermedad no es tratada a tiempo puede derivar en una dolencia más grave, por ejemplo, en neumonías.
Más allá de la distancia entre la gripe humana y la felina, el tratamiento en ambos casos requiere de un componente básico: el reposo. Es decir, es muy importante que el gato tenga un lugar tranquilo en el que descansar. Un lugar cálido y seguro. Elige una zona que esté alejada de cualquier corriente de aire.
Ya que un gato suele mostrarse más apático hacia la comida como consecuencia de la gripe que daña de forma directa el sentido del olfato, es muy conveniente darle durante estos días, sus platos preferidos para estimular su apetito.
La gripe felina tiene un alto poder de contagio, es decir, es posible que todos los gatos de un mismo hogar se contagien a través del contacto o las vías respiratorias. La secreción nasal y ocular, la fiebre, la apatía y el cansancio son síntomas frecuentes de la gripe felina.
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