Ellos no tienen la misma facilidad de regular su temperatura corporal y además tienen la temperatura corporal más elevada.
Con estos trucos conseguirás mantener a tu perro fresquito y sano este verano. Mantenlo a salvo de los golpes de calor.
Evita los paseos en las horas de máximas temperaturas, y si tienes que sacarle procura evitar el asfalto y refréscalo constantemente. El asfalto se calienta mucho y le puede quemar las almohadillas.
Cuando refresques a tu amiguito evita mojarle el lomo y mójale sobre todo las patas, cuello y la tripita. En algunas ciudades pueden verse muchos perros con un pañuelo mojado al cuello. Una excelente forma de refrescarles.
Jamás dejes a tu mascota en el coche, o atado al sol. Procura que siempre duerma y descanse dentro de casa, de esa forma estará más fresco y a salvo de las picaduras de mosquitos.
Incorpora algunos vegetales a su dieta como manzana, zanahoria y judías verdes.
Deja a du disposición agua fresca. Cámbiala frecuentemente para que no se caliente. Una buena opción es añadir cubitos de hielo al agua para mantenerla más fría.
Si a tu perro le gusta el hielo, puedes elaborar helados de hielo especiales para él. En la red podrás encontrar un montón de sencillas recetas que seguro que le encantan.
Cortar su pelo. En algunas razas en más que aconsejable, es otras no. Si el pelo de tu perro tiene doble capa de pelo (una más cortita, subpelo) no debes cortárselo ya que esta capa actúa de aislante y también le protege del calor.
Por último, presta especial atención a su temperatura y respiración. Sobre todo si tiene la “nariz chata” y ante la más mínima señal de peligro, no dudes en refrescarle para que le baje la temperatura y llevarle al veterinario.
Feliz verano!
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