Seguramente si tienes varios conejos te estés pensando el hecho de que tengan crías y ampliar la camada. Muchas personas aprovechan estos animales para reproducirlos y luego vender las crías o simplemente para tener más conejitos como mascota. El caso es que cuidar a un conejo puede ser complicado y mucho más es cuidar de los conejos bebés.
En este artículo vamos a enseñarte las pautas principales que necesitas saber para cuidar de los conejos bebés para que crezcan a un buen ritmo, fuertes y sanos. ¿Quieres saber cómo cuidarlos?
Cuidar primero a la madre
Es normal pensar en tenerlo todo preparado para cuando lleguen las crías, pero muchas veces los olvidamos de la madre. Para que la madre pueda parir a los conejos bebés necesita estar sana y recibir la atención que merece. Si la madre conejo está sana, ellas mismas podrán cuidar perfectamente a su crías, dado que son muy protectoras. Sin embargo, hay ocasiones en los que la madre los rechaza y es cuando tenemos que actuar nosotros para convertirnos en sustitutos de ella.
Si la madre está embarazada tienes que saber que el periodo de gestación tan solo dura unos 20 a 30 días. No es para nada comparado con el de otros animales. Si tu conejo lleva embarazada más tiempo y no ha dado a luz a sus crías, lo más recomendable es llevarla a un veterinario, porque probablemente tenga a los conejos muertos en su interior.
La coneja gestante tiene que tener una alimentación muy buena y más controlada de lo normal. Es así como alimentando bien a la madre podrá tener hijos fuertes y saludables. Hay que saber bien qué come un conejo y no alimentarlo únicamente con pellets, como hace mucha gente. Lo mejor es variar con frutas frescas y vegetales distinto.
Otro aspecto fundamental para que la madre se sienta bien es tenerla bien hidratada. Procura que no le falte el agua en ningún momento. No hay que olvidar que estos conejos están domesticados y no tienen las mismas capacidades de supervivencia que los conejos salvajes.
Posibles complicaciones
Aún aplicando estos conejos, es posible que las situaciones que se den sean más complicada. Analizamos cada una de ellas:
Toxemia. Se trata de una enfermedad que surge por una alimentación inadecuada. Como hemos mencionado antes, no solo hay que alimentarla con pellets. Esta enfermedad le produce debilidad, malestar y a veces hasta convulsiones. Es posible que si la alimentación está descuidada por completo llegue a morir.
Mastitis. Se trata de un hinchazón excesivo de las mamas y una infección que surge por una mala higiene.
Rechazo de las crías. A veces las madres reaccionan mal rechazando a las crías. En estas ocasiones hay que tener mucho cuidado porque pueden llegar hasta comerse a sus conejos bebés. Para evitar esto, hay que garantizar que el nido tenga las características adecuadas y permanecer atento al comportamiento de la madre.
Preparación del nido para los conejos bebés
Para cuando nazcan los pequeños, necesitarán de un nido que les otorgue comodidad y confort. Algo calentito donde dormir y sentirse protegidos. Aunque la coneja sabrá montarlo por sí misma, hay que ayudarle dándole los materiales necesarios.
Necesitaremos:
Una caja de cartón para servir como madriguera.
Papel de periódico para acolcharlo y darles algo de calorcito. Es lo más recomendable puesto que se puede cambiar fácilmente y ayuda a mantener una buena higiene.
Heno
Fibra de coco
Hay veces en las que la madre utilizará su propio pelo para acolchar más el lecho y darles más calorcito a los conejos bebés. El nido hay que colocarlo en una zona donde no incidan las luces más intensas, temperaturas bajas o corrientes de aire para mantener cálido el lugar de nacimiento. Cuando nazcan las crías, procura no tocarlas ya que son tremendamente vulnerables y frágiles y podrías dañarles.
En cada parto suelen nacer entre 1 y 6 conejitos. Cuando creas que el parto va a tener lugar, es mejor dejarle algo de comida y agua y no molestarla para que todo salga bien. Si ha nacido algún conejo muerto, retíralo sin tocar el resto de conejitos.
Una vez han pasado unas 12 o 24 horas, ya puedes vigilar bien cómo va todo y si su madre los está cuidando y alimentando bien. No hay que agobiar a la madre ni a las crías bajo ningún concepto ya que el estrés podría matarlas. Las crías nacen sin pelo, ciegos y sordos por completo, por lo que cualquier estímulo los alerta.
¿Y si rechaza a sus crías?
Esto se detecta cuando observas que la madre no alimenta a los bebés. No es algo común, pero puede suceder. En este caso, hay que alimentarlos para no dejar que mueran. Para ello, necesitarás de un biberón muy pequeño como este o utilizar uno para gatos recién nacidos. Cogemos al conejo con mucho cuidado y dejar que sean ellos los que chupen del biberón. La temperatura de la leche tiene que estar a unos 39 grados.
La leche que uses no puede ser de vaca ni de cabra, es una leche especial que tu veterinario te dirá cuál es. Aunque si nunca han bebido de la leche materna desde que nacieron, es posible que mueran.
Para que puedan hacer sus necesidades, hay que utilizar un algodón húmedo y estimular su ano, de lo contrario podrían contraer enfermedades. Todo esto lo hace su madre en condiciones normales, pero estamos suponiendo que la madre los rechaza. Los conejos bebés pueden empezar a comer un poco de vegetales o pellets a partir de la cuarta semana. Hasta la sexta semana, tendrás que alternarlo con la leche.
Para asegurarte que lo estás haciendo bien, es mejor ir pensando a las crías cada cierto tiempo a partir del primer mes. No solo hay que fijarse en el tamaño, ya que el pelo engaña mucho. Hay que ir monitorizando cómo varía el peso conforme van creciendo.
Fotos de conejos bebés
Y es que los conejos bebés son verdaderos peluches completamente peluditos, pequeños y adorables. Dan ganas de estrujarlo con solo verlos. Conforme crecen, pierden algo de ese encanto, pero dependiendo de la especie, conservan la mayoría de su aspecto adorable. Aquí os dejo una galería de fotos para que podáis disfrutar de estos conejos bebés.
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